Con un retraso de una semana con respecto al último plazo dado por el Ayuntamiento de Ibiza pero de varios meses porque debería haber estado lista a principios de la temporada de verano, a mediodía de ayer quedó instalado el toldo de casi sesenta metros de longitud que debe proteger del sol y la lluvia a los usuarios del taxi de la parada del puerto de Ibiza, situada en la avenida de Santa Eulària.
Esta parada, recordó ayer el segundo teniente de alcalde y concejal de Movilidad, Aitor Morrás, fue instalada hace cuatro años por el equipo de gobierno anterior a petición de los propios taxistas y sustituye a la que estaba en la avenida de Bartomeu Roselló.
Morrás volvió a pedir «perdón» por el retraso en la instalación de esta estructura, que debe proteger a los usuarios de este servicio público. Y reconoció que el toldo tenía que estar instalado a principios de la temporada turística. «Hemos tardado más de lo previsto y me habría gustado que [la carpa] estuviera lista antes. Pero por fin está colocada», apuntó al respecto.
Además, el concejal dijo no tener constancia de que este verano se hayan producido desvanecimientos entre quienes esperaban al sol.
El coste del toldo ha sido de algo menos de 14.500 euros y su construcción fue encargada a una empresa de la isla. Morrás lamentó que la «presión» por el retraso del proyecto «se ha trasladado a todos: también a la empresa y a sus trabajadores».
