Durante el mes de junio, 349.538 viajeros se alojaron en hoteles pitiusos, el triple que hace un año y un 3,7% más que en 2019, antes de que empezara la crisis sanitaria. Ha crecido ligeramente el número de visitantes pese a que nuestro principal mercado, el británico, no consigue recuperarse totalmente (quizás debido a los obstáculos burocráticos) y ha experimentado una caída del 28,5% respecto a hace tres años: si entonces aterrizaron en estas islas 132.042 personas procedentes de Gran Bretaña, en junio llegaron casi 38.000 menos, según los últimos datos del Ibestat.
Los británicos siguen siendo el principal mercado emisor, pero no tanto como antes. Las Pitiusas dependen cada vez menos de ese país y, gracias a la diversificación, están consiguiendo que otras nacionalidades compensen ese importante descenso. No todos los huevos están ya en el mismo cesto: por ejemplo, 60.760 viajeros procedentes de España durmieron en hoteles pitiusos, un 41,3% más que en 2019; también apostaron por estas islas 42.023 italianos, un 17,4% más, 34.720 alemanes (+9,3%), y casi 20.000 neerlandeses (+23,4%).
Llama la atención el crecimiento del turismo francés, nada menos que de un 138,7%: si hace tres temporadas se alojaron en establecimientos reglados pitiusos 8.749 galos, este año lo han hecho casi 21.000 en junio. Los suizos siguen también al alza (5.671, un 44% más).
Sant Joan se ha convertido en un nuevo lander germano. En ese municipio, los turistas llegados desde Alemania (4.985) han aumentado un 137% en tres años
Al menos hasta ahora y quizás como secuela de la crisis desatada por el covid, se están produciendo diversos cambios en la distribución de nacionalidades por municipios. En Formentera, por ejemplo, los españoles (9.138) alojados en hoteles fueron mayoritarios y superaron a los italianos (8.704), que hasta 2019 eran el principal mercado emisor de esa isla. Los viajeros procedentes de España (9.134, +73% respecto a 2019) también han pasado del cuarto al segundo puesto en Sant Josep, donde han adelantado a alemanes (7.786; era la segunda nacionalidad hace tres años) y a italianos (8.052), ahora en tercera posición. Y Sant Joan se ha convertido en un nuevo lander germano. En ese municipio, los turistas llegados desde Alemania (4.985) han aumentado un 137% en tres años, nacionalidad que ha pasado a convertirse en su principal emisora, por encima de la británica (3.585, -11,5%), que antes dominaba ese territorio. Precisamente, en la vecina Santa Eulària cayó el número de alemanes (se alojaron allí 7.799 en total, casi 600 menos que hace tres años), que fueron superados por los españoles (9.283, +68,3), segundos en ese ranking.
El único municipio donde hay más británicos que antes de la expansión del coronavirus es Vila. En junio escogieron sus alojamientos 11.041 viajeros del Reino Unido, un 39% más que en 2019, si bien se mantienen en la tercera posición, por detrás de españoles (18.163) e italianos (13.171). En el resto de municipios, los turistas de Gran Bretaña menguaron, aunque siguen siendo mayoritarios, excepto en Sant Joan: cayeron un 32,7% en Sant Josep, un 29,6% en Sant Antoni, un 11,5% en Sant Joan, y un 32,8% en Santa Eulària. Otro dato que llama la atención es cómo se está recuperando el mercado francés en cada municipio: 97% más en Vila (donde más pernoctaron), 58,6% en Sant Josep, 338% en Sant Antoni, 177% en Sant Joan y 222% en Santa Eulària.
Pese a ese aumento del 3,7% de viajeros que durmieron en hoteles, las pernoctaciones descendieron un 4,5%: se registraron 1,5 millones, 71.702 menos que en 2019. Las de españoles (184.693, +36,3%) fueron inferiores a las de los alemanes (209.377, +4,5%) pese a que se alojaron menos turistas (26.000 menos) procedentes de Alemania. ¿La razón? La estancia media: la de un español fue, de media, de tres días; la de un teutón, del doble, seis. Vienen menos, pero están más tiempo. Se doblaron (+103,5%) las pernoctaciones de franceses, y hubo un 24% más de neerlandeses, un 23% más de suizos y un 32% más de estadounidenses. Pero no fueron suficientes para compensar la caída de casi el 27% de las de británicos: de las 669.222 de 2019 se ha pasado a 489.174. Al descenso de turistas de este país se suma que tiene una de las estancias más elevadas (5,18 días), junto a la de los neerlandeses (5,56).
Nunca fue tan caro alojarse en junio en las Pitiusas
Entre los récords de turistas y las tarifas que les están cobrando, los hoteles deben estar haciendo unas cajas suculentas este verano. La tarifa media en junio fue la más alta de la historia pitiusa en ese mes y va camino de batir récords en julio y agosto: 159,6 euros por noche, un 28,2% más que en 2019. Los turistas tienen que pagar 35 euros más que hace tres años. Esa cantidad y ese porcentaje son aún mayores en el caso de los alojamientos de cinco estrellas, donde la tarifa media fue de 385,8 euros, un 42,1% por encima de la del periodo precovid. Quienes escogieran dormir en establecimientos de lujo abonaron 114,4 euros más por noche. Disminuye el porcentaje y la tarifa en el caso de los cuatro estrellas (+18,4%, 164,5 euros) y de los tres estrellas (19%, 131,8 euros). Nunca se pagó tanto en todas esas categorías en el mes de junio. Hay que tener en cuenta que la tarifa media de Ibiza y Formentera (casi 160 euros) es un 45% superior a la de Mallorca (110,6 euros).
Sant Antoni ha registrado un incremento muy importante en esta estadística y ha pasado del furgón de cola a acercarse a Santa Eulària: de los 78,6 euros por alojarse en ese municipio una noche en 2019 se ha pasado a los 123,6 euros este año
Vila es el municipio con la tarifa media más elevada (215,8 euros), seguido de Sant Josep (181,5 euros). Y Sant Antoni ha registrado un incremento muy importante en esta estadística y ha pasado del furgón de cola a acercarse a Santa Eulària: de los 78,6 euros por alojarse en ese municipio una noche en 2019 se ha pasado a los 123,6 euros este año en junio, un 57,2% más. El precio en Formentera es de 169,2 euros (cae ligeramente respecto a 2021 y a 2019), en Sant Joan es de 101 euros y en Santa Eulària es de 136,3 euros.
