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Nanosatélite en Ibiza: Cabo Cañaveral en la iglesia de Sant Agustí

El nanosatélite fabricado por los alumnos del Tecnoestiu se lanzó a las 12.38 horas en la plaza de la localidad y la señal del GPS del aparato se perdió cuando sobrevolaba la costa de Portinatx

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Lanzan a la atmósfera un nanosatélite que recogerá muestras ambientales en Ibiza. Irene Vila

Dos corchos de hielo seco, un GPS, un chip para medir la temperatura y unas baterías para dar vida al GPS y al Arduino, el software. Con estos materiales, alumnos del Tecnoestiu desarrollado en el FabLab de Vila han creado a lo largo del mes de julio el nanosatélite que este jueves a las 12.38 horas fue lanzado desde la plaza de la iglesia de Sant Agustí.

En el lanzamiento estuvieron presentes tres de los jóvenes ‘ingenieros’ del curso, el concejal de Movilidad y Modernización, Aitor Morràs, y Bartomeu Alorda, el director de Innovación de la UIB y coordinador de la actividad. Además, también asistieron Jesús Jurado, secretario autonómico de Sectores Productivos, y Eduardo Zuñiga, director general de Innovación.

Lanzan a la atmósfera un nano satélite que recogerá muestras ambientales en Ibiza.

Lanzan a la atmósfera un nanosatélite que recogerá muestras ambientales en Ibiza. María Parejo Ribas

Además, los alumnos responsables del nanosatélite estuvieron acompañados de otros jóvenes que han participado en el Tecnoestiu construyendo el robot Otto y que se desplazaron a Sant Agustí para animarles. Sobre las 11.30 de la mañana todos ellos acababan de montar el nanosatélite que poco después sería lanzado y que durante dos horas y media volaría sobre la isla para acabar aterrizando en Sant Joan con un pequeño paracaídas tras haber recorrido a una altura aproximada de 33 kilómetros, 103,5 kilómetros hasta el norte de Ibiza. Sin embargo, el final de la misión del nanosatélite agustiner no fue feliz. La señal del GPS se perdió cuando el aparato sobrevolaba Portinatx y se cree que cayó al agua. El sistema de localización seguirá emitiendo señales durante una semana y se confía en poder recuperarlo cuando llegue con claridad.

Pese a la emoción del momento, la calma reinaba entre los jóvenes. «No hay nervios. Sabemos que subir va a subir porque contamos con un globo de helio. Puede que no llegue a la altura que pensamos y, en vez de caer a la altura del mar puede que caiga en la tierra. Aun así, está previsto que caiga por Sant Joan, en la zona de Portinatx», afirmó Luis Marí, uno de los jóvenes que ha realizado este proyecto.

Cabo Cañaveral en la iglesia de Sant Agustí | FOTOS DE IRENE VILÀ CAPAFONS

Por su parte, su compañero Víctor Muñoz tenía sus dudas sobre el vuelo del nanosatélite: «Hay pocos nervios. No estoy seguro de que vaya a ir muy bien, pero, si todo sale según lo previsto, genial. Las predicciones que hicimos nos dan unas tres horas de vuelo», explicó Muñoz poco antes del inicio en Sant Agustí.

Aunque el lanzamiento estaba previsto para las 12, no se empezó a preparar el satélite hasta poco antes de la hora prevista, lo que provocó un retraso de casi 40 minutos en la operación. Todo parecía tranquilo mientras los jóvenes montaban el artefacto para su salida, pero observaron que faltaba un agujero en el corcho para el paracaídas. Al poco tiempo, apareció una furgoneta con uno de repuesto, y el cambio se hizo inmediatamente.

Una vez solucionado el problema y cuando ya estaban acabando de montar el paracaídas, los técnicos empezaron a inflar el globo de helio. A las 12 y media ya estaba todo listo y ocho minutos después Bartomeu Alorda iniciaba la cuenta atrás. Al terminar, indicó a uno de los alumnos que soltase una cuerda y luego otro de los jóvenes lanzó el satélite entre los aplausos y la emoción del grupo, orgullosos de un trabajo de muchas semanas.

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