«Las poblaciones de gorgonias son como los bosques. Si hay árboles, hay pájaros. Si hay corales, hay peces». Con este sencillo símil explica Stefano Ambroso la importancia que tiene «proteger» estos animales marinos para «preservar la biodiversidad» del Mediterráneo. Conservar y recuperar los corales, reduciendo el impacto de la pesca artesanal sobre ellos a través de una «labor de restauración activa», es el objetivo primordial del Proyecto Rescap, que se puso en marcha hace cinco años en aguas del parque natural del Cap de Creus, en Girona, y que desde el pasado mes de mayo se está desarrollando también en Formentera como prueba piloto. Ambroso es el coordinador técnico de esta iniciativa del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICM-CSIC), ubicado en Barcelona.
El nombre completo de Rescap es ‘Proyecto de conservación y recuperación de poblaciones de gorgonias de profundidad mediante restauración ecológica y mitigación de los impactos de la pesca en áreas marinas protegidas’. «La idea nació hace algo más de seis años después de descubrir una población muy grande de gorgonias en la plataforma continental de Cap de Creus, en una zona donde se hacía solo pesca artesanal. Surgió al observar en el muelle de Port Lligat como los pescadores limpiaban las redes de trasmallo y quitaban las gorgonias que se habían quedado enganchadas accidentalmente tirándolas al mar allí mismo. Con el calor del verano el agua se calienta demasiado y estos animales no sobreviven al no estar en posición erecta, sino tumbados, lo que impide que se alimenten», explica el investigador del ICM-CSIC.
Para que sobrevivieran esta clase de octocorales, «que aguantan fuera del agua unos minutos siempre que permanezcan húmedos», Ambroso y el resto del equipo inventaron un sistema muy sencillo que bautizaron como Método bádminton, que consiste en enganchar la base de la gorgonia a una piedra con una masilla bicomponente y devolverla al mar a unos cincuenta o sesenta metros de la costa, que es la profundidad a la que se ha pescado y donde hay roca. Tras comprobar la eficacia de este método lanzaron Rescap, solicitando la colaboración de las cofradías de Port de la Selva y Cadaqués y la financiación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), que gestiona la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Prueba piloto en Formentera
Anualmente Ambroso y su equipo, cuyo investigador principal es Josep Maria Gili, presentan Rescap a la convocatoria de ayudas del FEMP. Este año una de las condiciones que se establecía para obtener estos fondos era realizar «una acción de transferencia de conocimiento» y Ambroso inmediatamente pensó en Formentera porque reside allí permanentemente desde hace dos años y porque en esta isla, como en Cap de Creus, «hay pesca artesanal y gorgonias, que se ven sometidas a los mismos impactos».
El presupuesto concedido a Rescap este año asciende a 300.000 euros, de los que aproximadamente 50.000 van a parar a Formentera.
El proyecto piloto en la isla se puso en marcha hace dos meses tras conseguir los permisos pertinentes y la colaboración de la Cofradía de Pescadores de Formentera. Se alargará hasta finales agosto, cuando termina la temporada de pesca de langosta.
La labor de Ambroso, que se encarga en solitario del proyecto en Formentera, consiste en embarcarse con los pescadores artesanales de la cofradía y, cuando retiran las redes de trasmallo del fondo, ocuparse de ayudarles a desenganchar las gorgonias. Tras liberarlas, les pone masilla en la base para engancharlas a una piedra, antes de devolverlas al mar en las proximidades de sa Punta de sa Pedrera, cerca del puerto de la Savina, a unos sesenta metros de profundidad.
Acciones divulgativas
«En caso de que no sea posible dejar las gorgonias en esa zona, las depositamos en el puerto de la Savina, en una jaula construida en un espacio que nos ha concedido Port de Formentera», explica Ambroso. Esta instalación se puede visitar y permite al investigador explicar a todos los interesados «qué son los gorgonias, cómo se están restaurando y en qué consiste Rescap».
Hasta el momento, en las salidas que ha realizado desde mayo, el investigador del ICM-CSIC ha restaurado setenta ejemplares de gorgonia, el objetivo es llegar a cien al finalizar el proyecto.
Mañana y este viernes Ambroso volverá a embarcarse con los pescadores Raúl Colomar Tur y German Pérez para continuar con esta labor de restauración de corales.
La prueba piloto de Formentera no incluye la acción de monitoreo que sí se lleva a cabo en Cap de Creus con un robot submarino para comprobar en qué estado se encuentra el área de gorgonias que se está restaurando.
Proyecto para toda Balears
Tras esta prueba piloto en Formentera y a partir de los datos adquiridos con esta experiencia, la intención del coordinador técnico de Rescap es solicitar financiación para un proyecto de restauración de corales todavía más ambicioso, que incluya, además de esta isla, Ibiza, Mallorca y Menorca. Para ello tiene la intención de presentar esta acción a la convocatoria del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa). «También estamos abiertos a la financiación privada», señala Ambroso.
El coordinador técnico de Rescap recalca los beneficios que conlleva que pescadores y científicos colaboren para restaurar las poblaciones de gorgonia. «Llevar a cabo una pesca artesanal responsable y sostenible significa contribuir a que la biodiversidad marina no disminuya», concluye Ambroso.
«La alta temperatura del agua es mortal para los corales»
El coordinador técnico de Rescap, Stefano Ambroso, explica que «el cambio climático y todas las olas de calor que se están viviendo y que repercuten en el aumento de la temperatura del agua están afectando a los corales del Mediterráneo con mortandades masivas». «También la proliferación de las algas filamentosas, que con las corrientes se enganchan a las gorgonias y las recubren impidiendo que se alimenten, están acabando con esta clase de octocorales», añade. «La alta temperatura del agua es mortal para los corales», insiste el investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC. La pesca es una de las actividades humanas con un mayor impacto sobre los fondos marinos y, como explica Ambroso, también afecta «a pequeña escala a las poblaciones de gorgonias».
