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Mayores en Ibiza: «Antes estaba prohibido desvestirse en la playa»

Los mayores celebran su día en l’Esplai de Can Ventosa con espectáculos, música y merienda

«Antes estaba prohibido desvestirse en la playa» FOTOS DE IRENE VILÀ CAPAFONS

Los mayores de Ibiza celebraron ayer en l’Esplai de Can Ventosa su día con diversas actividades, como música, merienda y espectáculos. «Y con lo que más nos gusta», los juegos de mesa, como dijo Neus Planells, directora del club para personas mayores.

«Hoy es la fiesta de los abuelos y, como casi todas lo somos, vamos a celebrarlo. El Ayuntamiento de Ibiza organiza un espectáculo y nosotras hemos preparado otros para después», explicaba por la mañana antes de la fiesta Planells. «Puede que nos dé tiempo a jugar un rato a los juegos de mesa, que es lo más nos gusta. Dominó, parchís, las cartas...», enumeró Planells.

«Antes estaba prohibido desvestirse en la playa»

En un día como ayer, era inevitable hablar de los cambios que ha sufrido la isla en las últimas décadas. «Las diferencias entre generaciones ahora son enormes. Nuestros padres empezaron a disfrutar de estos locales para mayores, pero antes, en la época de nuestros abuelos, no existía nada parecido, solo había trabajo. Cuando la gente se empezó a jubilar ya se hicieron estos clubs y nuestras madres ya pudieron empezar a venir», recordó Neus Planells.

Planells guarda además varias anécdotas en el tintero, pero una de las que recuerda es la diferencia de cómo acude ahora la gente a bañarse en la playa. «En ses Figueretes, los policías se ponían en varias zonas de la playa y estaba prohibido desvestirse allí», rememoró la directora del club de mayores. «Había unas cabinas donde la gente pagaba para cambiarse y a quien se le ocurría desvestirse en la playa se lo llevaban los municipales», relató Planells, algo que ahora es difícil de concebir para los jóvenes.

«Antes estaba prohibido desvestirse en la playa»

Además, recordó que la playa se dividía en una parte más grande para los hombres y un espacio más pequeño para las mujeres. La mayoría de los mayores que acuden al Esplai empezaron a trabajar siendo niños. «La escuela era hasta los 14, cuando te sacabas el graduado básico. Me busqué un trabajo en el que me dedicaba a los tejidos y cuando no trabajé más para ellos me compré una máquina y seguí cosiendo encargos para alguna boutique, en un local donde estuve cuarenta años. Con los pedidos pude ganar dinero para pagar los gastos», explicó Isabel Costa. Al final , la tienda se reconvirtió en una de retoques para las prendas. «Cuando me jubilé, el local se lo quedó mi hijo para montar una tienda para su novia», contó Costa, una de las mujeres que forma parte de la directiva del club de personas mayores.

«Antes estaba prohibido desvestirse en la playa»

Cuando los miembros del Esplai eran jóvenes no solía haber muchos días festivos. Uno de los más señalados era el 8 de agosto, en el que se celebraba (y aún se sigue haciendo) sa berenada, pero Planells recordó también cómo se llenaba ses Figueretes el día 18 de julio, entonces la ‘fiesta nacional’. «Era un día que todo el mundo estaba obligado a celebrar. En esa fecha la gente se situaba bajo la sombra de una higuera de ses Figueretes, que buscaban con tiempo la noche anterior, y las familias se quedaban allí a comer. Muchos se llevaban la comida ya preparada, pero otros decidían cocinar una paella allí mismo»., rememoró.

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