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El Hospital de Ibiza aplica el protocolo por pinchazos a dos usuarios de discotecas

Los análisis de tóxicos realizados a los pacientes, una mujer y un hombre, han dado negativo en las drogas que habitualmente se emplean en la sumisión química

Entrada del servicio de Urgencias del Hospital Can Misses. Toni Escobar

El servicio de Urgencias del Hospital Can Misses ha aplicado en dos ocasiones en el último mes el protocolo por pinchazo, según confirman fuentes sanitarias. Éste se ha aplicado a dos pacientes que acudieron al servicio después de haber notado un pinchazo mientras se encontraban disfrutando de la noche en dos discotecas diferentes de la isla, relatan. En ambos casos, se realizaron test de drogas cuyos resultados fueron negativos. «Tanto en drogas en general como en las que se asocian a la sumisión química», aseguran desde el hospital ibicenco, donde han revisado los datos de atenciones de las últimas semanas para cerciorarse de que no se ha producido ningún otro caso.

Este protocolo que se puso en marcha con los dos pacientes consiste en administrar la vacuna contra la hepatitis, en el caso de que el afectado no la tuviera ya, así como un tratamiento con antibióticos y el que se aplica tras una posible exposición al VIH. Al ser los dos de fuera de la isla, del seguimiento de este protocolo se encargarán en los centros sanitarios del lugar en el que residen, detallaron desde Can Misses.

El primero de los casos, una mujer joven, llegó al servicio de Urgencias el pasado 17 de julio y, según señalan desde el hospital, explicó a los sanitarios que la atendieron que había notado un pinchazo en el tobillo. La joven acudió en dos ocasiones al centro sanitario. Una primera vez antes de acudir a la Policía y una segunda después, ya que allí le recomendaron que solicitara un análisis de tóxicos. De nuevo en el servicio, le realizaron este test, que resultó negativo.

Los profesionales de Can Misses no descartan ninguna opción, aunque consideran «extraño» el lugar en el que recibió el pinchazo, el tobillo. Además, explican, la joven reconoció durante la atención sanitaria que no había perdido la conciencia en ningún momento. Tampoco, ni ella ni las personas que la acompañaban, sufrieron ningún robo o agresión.

El segundo caso en el que se ha iniciado este protocolo por pinchazos se produjo dos días después, el 19 de julio. En esta ocasión, la víctima se trataba de un hombre que, en otra discoteca de la isla, había notado un pinchazo en el brazo. En esta ocasión, a diferencia de la primera, el joven sí que relató haber sufrido una pérdida de conciencia que había durado no más de un minuto. Igual que había ocurrido con la chica, tampoco había sufrido ningún intento de agresión o de robo. A este hombre también se le realizó el análisis de tóxicos para comprobar si le habían administrado alguna sustancia. Al igual que en el caso de la mujer, dio negativo.

Los profesionales de las Urgencias de Can Misses no descartan ninguna posibilidad, pero consideran que las pruebas no apuntan a que se trate de dos intentos de sumisión química, por la falta de sustancias detectadas en los análisis y porque no se tiene constancia de que se produjeran ni robos ni agresiones. En este sentido, varios de los profesionales que llevan más tiempo en el servicio, recordaban estos días un verano de hace años, cuando les llegaron varios casos similares y al final descubrieron que se trataba de una persona que acudía a las discotecas con un alfiler con la única intención de sembrar pánico entre los asistentes.

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