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Juli Fuster formaliza su dimisión del Ib-Salut: «Cometí un error administrativo»

«Ni yo habría intentado beneficiar a nadie en una oposición, ni mi hija lo hubiera permitido», subraya el ex director general | «Tendría que haber delegado la firma, y lo habría hecho si hubiera sido consciente», argumenta en su despedida

Fuster compareció respaldado por una treintena de directivos y trabajadores del Ib-Salut. | B. RAMON

El hasta ahora director de Gestión y Presupuestos del Ib-Salut, Manuel Palomino, será el nuevo director general del ente público tras la dimisión de Juli Fuster.

Desde el año 2015, Palomino ha sido director de Gestión y Presupuestos (2019-actualidad) y secretario general del Servicio de Salud (2015-2019). Tiene una experiencia profesional de más de veinte años en gestión sanitaria: fue subdirector de Logística del Hospital Son Dureta, director de gestión del Hospital Universitario Son Espases y también subdirector de gestión del Servicio de Salud. Forma parte del núcleo duro de la conselleria de Salud y proviene de la escuela del exconseller del ramo y actual presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, como el propio Juli Fuster o Josep Pomar, actual director del Hospital Universitario Son Espases.

Empezó como celador en el centro de Escola Graduada en 1991. Más tarde fue ascendiendo hasta llegar a ser técnico de grado medio. Posteriormente, formó parte del ya extinto hospital Son Dureta, donde se encargó del departamento de Inversiones y Contratación Administrativa en primera instancia, y del área de Compras y Suministros, antes de ser designado primero subdirector y, luego, director de Gestión.

En el Servei de Salud también ha tenido una larga trayectoria. Fue también director de Compras y Servicios y, entre 2009 y 2011, el de director de Gestión, departamento en el que dos años antes había realizado las funciones de subdirección.

En algunas de sus intervenciones ha afirmado que la infrafinanciación de Balears es un problema importante que ha lastrado las expectativas del Servei de Salud, aunque siempre se ha mostrado satisfecho con el trabajo del ente.

Juli Fuster dimitió ayer formalmente de su cargo de director general del Ib-Salut, obligado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJB) que considera que intervino en unas oposiciones a la especialidad de anestesista a las que se presentaron su hija y su yerno. Su sucesor será Manuel Palomino, director de Gestión y Presupuestos del ente público.

«Reconozco que cometí un error estrictamente administrativo, que es firmar una resolución en la que no intervine para nada. Lo que no quiero es perjudicar a los miembros del tribunal, ni que se paren proyectos que están en marcha, ni ruidos innecesarios. Por tanto lo más prudente es dar un paso a un lado», señaló el ya ex alto cargo del Govern durante una comparecencia pública ante los medios. «A lo mejor otros han cometido otros errores y no se han ido», añadió.

«No puedo permitir que se cuestione ni mi honradez, ni la de ningún profesional miembro de los diferentes tribunales. Quedo a disposición de cualquier proyecto en que se crea que puedo ayudar en defensa de la sanidad pública. Me voy con la conciencia muy tranquila. Y con la tranquilidad de que dejo el Servei de Salut en unas manos inmejorables para seguir mejorando nuestro sistema sanitario», subrayó Fuster, que compareció respaldado por una treintena de directivos y trabajadores del Ib-Salut, que le despidieron con un aplauso.

El tribunal de las oposiciones a especialista en anestesia y reanimación que su hija y su yerno aprobaron, obteniendo una plaza pública, excluyó a uno de los aspirantes argumentando que firmó un examen que debía ser anónimo. En 2021 el todavía director general del Ib-Salut firmó la resolución del tribunal y este opositor llevó el caso a la justicia al sentirse perjudicado. La sentencia del TSJB, que se conoció el viernes, considera que Fuster tendría que haberse abstenido de todo el proceso, y no tendría que haber firmado la resolución que validaba aquellas oposiciones.

Tampoco se abstuvo como exige la normativa de buen gobierno del propio Govern y remata su Código Ético cuando confluyen intereses familiares.

«La justicia ha considerado que el hecho de excluir a este opositor podía beneficiar indirectamente a mi hija que se presentaba a estas oposiciones. Ni yo hubiese intentado beneficiar a nadie en una oposición, ni mi hija lo hubiera permitido. Pero el haber firmado ese documento me obliga a renunciar. En pura ley tendría que haber delegado en otro miembro de la dirección esta firma, cosa que hubiese hecho si hubiera sido consciente. La justicia también indica que yo tendría que haber estado al margen de cada una de las partes del proceso y no queda más que respetar la decisión de la justicia», argumentó.

«Firmo doscientas cosas»

«Presento mi dimisión porque si bien no participé en ninguna decisión para favorecer a nadie en una oposición, firmé esta y todas las resoluciones a propuesta de los tribunales», señaló el ex director general del Ib-Salut, la empresa pública con mayor presupuesto del Govern.

Fuster justificó que estampara su firma en la resolución de aquellas oposiciones en el hecho de que «como director general me pasan a firmar cada día doscientas o trescientas cosas». Insistió en que no participó en ningún paso de aquel proceso y lamentó que no fue consciente de lo que estaba firmando. «Era una resolución de los tribunales, una más. La firmé sin pensar que podía tener alguna repercusión. Si me hubiese dado cuenta, no la hubiese firmado», indicó.

«No me di cuenta de que firmara esto y no intervine en nada. La firma es electrónica, hay un montón de cosas para firmar y si me hubiese dado cuenta lo hubiese firmado otro miembro de la dirección», añadió.

«No puedo aceptar que se cuestione mi honradez, me voy con la conciencia muy tranquila»

JULI FUSTER - EX DIRECTOR GENERAL DEL IB-SALUT

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Asimismo, aseguró que hasta el viernes no tuvo conocimiento de la existencia del procedimiento judicial que finalmente ha provocado su caída. «Había cogido dos días libres y me enteré el viernes estando en Asturias. No tenía conocimiento ni de que hubiera habido este juicio. En el momento en el que me entero tomo la decisión [de dimitir]», manifestó.

En este sentido, Fuster señaló que nadie del Ejecutivo balear tenía conocimiento de este proceso judicial. «No creo que hubiese nadie del Govern que lo supiera. Nos enteramos porque llegó un escrito aquí. Yo lo supe porque me llamaron estando en Asturias. Llegó una notificación de la abogacía [de la Comunidad] el mismo viernes y por eso me enteré», subrayó.

Reiteró que en todo momento se mantuvo al margen de las oposiciones, salvo en el momento de firmar la resolución. Y admitió que «la gente de la casa está muy dolida. Supongo que se tienen que revisar los protocolos para que esto no vuelva a pasar», asumió.

El ex director general del Ib-Salut aseguró haber recibido «numerosas muestras de apoyo desde el viernes», cuando se conoció el contenido de la sentencia. «Mucha gente me ha pedido que no dimita, no se pueden hacer una idea. He recibido mensajes de todo el espectro político, y por supuesto de muchos compañeros que hasta esta misma mañana me estaban presionando para que diera marcha atrás. Incluso miembros del Govern», afirmó.

Un relevo de la casa para continuar con el legado de Fuster

El nuevo director, Manuel Palomino, ha estado al frente de Gestión y Presupuestos del Ib-Salut

Manuel Palomino. Miguel Lázaro, Juli Fuster, Alfons Ramon y Manuel Palomino.

El hasta ahora director de Gestión y Presupuestos del Ib-Salut, Manuel Palomino, será el nuevo director general del ente público tras la dimisión de Juli Fuster.

Desde el año 2015, Palomino ha sido director de Gestión y Presupuestos (2019-actualidad) y secretario general del Servicio de Salud (2015-2019). Tiene una experiencia profesional de más de veinte años en gestión sanitaria: fue subdirector de Logística del Hospital Son Dureta, director de gestión del Hospital Universitario Son Espases y también subdirector de gestión del Servicio de Salud. Forma parte del núcleo duro de la conselleria de Salud y proviene de la escuela del exconseller del ramo y actual presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, como el propio Juli Fuster o Josep Pomar, actual director del Hospital Universitario Son Espases.

Empezó como celador en el centro de Escola Graduada en 1991. Más tarde fue ascendiendo hasta llegar a ser técnico de grado medio. Posteriormente, formó parte del ya extinto hospital Son Dureta, donde se encargó del departamento de Inversiones y Contratación Administrativa en primera instancia, y del área de Compras y Suministros, antes de ser designado primero subdirector y, luego, director de Gestión.

En el Servei de Salud también ha tenido una larga trayectoria. Fue también director de Compras y Servicios y, entre 2009 y 2011, el de director de Gestión, departamento en el que dos años antes había realizado las funciones de subdirección. 

En algunas de sus intervenciones ha afirmado que la infrafinanciación de Balears es un problema importante que ha lastrado las expectativas del Servei de Salud, aunque siempre se ha mostrado satisfecho con el trabajo del ente. 

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