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Cuatro embarazos al año acaban con la muerte del bebé en Ibiza

La ginecóloga de Can Misses Raquel Gascón apunta a malformaciones, enfermedades congénitas o anomalías en la placenta como las principales causas de la muerte durante la gestación o en la primera semana de vida

Detalle de una de las cajitas de recuerdo que reciben las familias en el Hospital Can Misses. Vicent Marí

Cada año, el servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Can Misses atiende entre cuatro y cinco muertes perinatales. Es decir, que cada año, el embarazo de cuatro o cinco mujeres acaba con la muerte de su bebé. «Se considera muerte perinatal todo fallecimiento intraútero desde la semana 22 más seis días hasta una semana después del nacimiento del bebé», detalla Raquel Gascón, ginecóloga del Hospital Can Misses, que señala que este número se ajusta a las cifras de mortalidad perinatal del país, que se sitúan en cuatro o cinco casos por cada mil embarazos o partos. «La pérdida de un hijo es la situación más dolorosa que puede haber para una madre o un padre, para una familia. Es muy traumático», indica.

Las causas de estos fallecimientos son variadas: «Hay anomalías congénitas del bebé, malformaciones, enfermedades de la madre que aumentan el riesgo como la hipertensión, la diabetes y algunas otras. También puede ser por infecciones que se contraen durante el embarazo o anomalías en la placenta». En este último caso la ginecóloga detalla que puede darse una insuficiencia placentaria, lo que impide que el bebé crezca al ritmo debido «hasta el extremo de darse un retraso del crecimiento intrauterino (CIR)». También, detalla, pueden darse anomalías con el cordón umbilical. Aunque estos son las principales causas de la muerte perinatal, hay un 10% de los casos en los que se desconoce el motivo del fatal desenlace.

Pruebas rutinarias

En la mayoría de las ocasiones, sobre todo cuando la muerte se produce al principio de esas 22 semanas de gestación, las mujeres no advierten el fallecimiento. «Pasa completamente inadvertido hasta que vienen para algún reconocimiento rutinario, para hacerse una ecografía o conectarse a monitores. En algunos casos notan algo raro o acuden a urgencias porque han empezado a sangrar o manchar», explica la ginecóloga, que señala que aunque en ese estadio del embarazo las mujeres notan ya los movimientos del bebé es necesario que estén muy concentradas para percibirlos. A las 22 semanas y seis días de gestación, detalla, un feto pesa unos 500 gramos lo que, con la placenta situada en la cara anterior del útero, hace complicado sentirlas. Además, explica Gascón, «los fetos tienen periodos de sueño bastante prolongados», duermen entre 18 y 22 horas al día en periodos de alrededor de 40 minutos, por lo que no están continuamente moviéndose.

En estas cuatro o cinco muertes perinatales registradas anualmente en Can Misses se incluyen tanto las que se producen de forma espontánea como las de bebés «con malformaciones graves incompatibles con la vida» y cuyos padres deciden finalizar ese embarazo «por las pocas o nulas posibilidades de supervivencia o por la nula calidad de vida que tendrá ese recién nacido». «Se ven abocados a tomar esa decisión con todo el dolor de su corazón», apunta la experta, que asegura que, en estos casos, se intenta que las familias, a la hora de tomar esta durísima decisión cuenten con toda la información. Con todos los datos. Y que tengan muy claras las opciones. «Hay que respetar los deseos de estas parejas, que deciden basándose en la información que han recibido, pero también en su forma de pensar, su religión y sus enseñanzas», continúa la ginecóloga de Can Misses.

Todas esas madres pasan por el parto. Sabiendo que sus bebés nacerán sin vida. «Si ya es duro pasar por un parto imagina hacerlo sabiendo eso», reflexiona, seria, la ginecóloga, que señala que esta opción es la mejor para ellas. Desde el punto de vista físico, «para preservar su fertilidad» y no generar cicatrices en el útero por una cesárea. Pero también en el aspecto emocional: «Finalizar el proceso de la forma más sencilla posible». Tienen que pasar por esto independientemente de que el fallecimiento se haya producido en la semana 22, la 25 o la 38. Porque la muerte perinatal se puede producir en cualquier momento de la gestación, incluso a punto de dar a luz.

De hecho, el concepto de muerte perinatal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye también a los recién nacidos que fallecen durante la primera semana de vida. Las causas, en general, son las mismas que en el caso de las muertes intrauterinas, malformaciones y enfermedades no diagnosticadas. «Hasta el 20% de los fetos tienen una malformación cardíaca. Y sólo el 50% de ellas son detectables en las mejores manos diagnósticas», relata Gascón, que añade que añade que hay anomalías evolutivas, es decir, que se manifiestan cuando el bebé sale del útero: «Esto pasa, por ejemplo, en el corazón. O los pulmones, que no estaban funcionando dentro del útero y, al nacer, empiezan a funcionar». Además, pueden surgir imprevistos y problemas durante el parto.

«La mayoría de los embarazos y partos siempre van bien, pero hay algunos que se complican y es importante contar con medios y un buen equipo de profesionales que detecte la mínima señal de alarma», comenta la ginecóloga, que insiste en que el riesgo cero no existe. Ni en un embarazo ni en el momento del parto ni en la vida, reflexiona la ginecóloga, que destaca el protocolo que en 2019 se puso en marcha en el Hospital Can Misses para atender a las madres y padres que se enfrentan a este drama. «El objetivo es ayudarles y acompañarles de la mejor forma posible», explica Raquel Gascón, que insiste en la importancia de la atención en este duro proceso para evitar que ese duelo acabe siendo patológico y sufran secuelas.

Una cajita de recuerdos y un abrazo de despedida

Una cajita de recuerdos. Una huella del bebé. Un mensaje. Una tarjeta de despedida. Es la forma con la que el personal de ginecología pretende humanizar la cada situación a la que se enfrentan las familias que sufren una muerte perinatal. Es el primer paso para evitar un duelo patológico, explican en Can Misses. Abrazar al recién nacido, pasar un rato con él, ayuda al proceso del duelo, aseguran.  

10%

De los casos se desconoce el motivo de la muerte

La ginecóloga del Hospital Can Misses Raquel Gascón señala que en un 10% de los casos de muerte perinatal no se consigue averiguar la causa de la muerte.


18-22

Horas al día duerme un feto en el embarazo

Durante el embarazo, el feto duerme entre 18 y 22 horas al día, lo que complica que una mujer perciba si deja o no de moverse.


1.100

Partos anuales de media en las Pitiüses

Cada año, el Área de Salud pitiusa atiende alrededor de 1.100 partos. Cuatro o cinco de ellos acaban con una muerte perinatal, una cifra que está dentro de los datos registrados en el total del país.

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