En el saludo, el obispo, Vicent Ribas, promete, en tono distendido, que su homilía será breve «porque hace demasiado calor». Se hace patente nada más cruzar la puerta de la iglesia de San Telmo, completamente abarrotada por dos centenares de personas y con casi tantos abanicos en movimiento como fieles.
Ribas destaca la vinculación de este templo con la Orden de los Carmelitas Descalzos y recuerda que es «la casa de la Virgen del Carmen, que hoy la volvemos a sacar al mar para que acompañe a toda la gente de la Marina». Su gesto se entristece cuando dedica unas palabras en honor de la memoria de Vicent Ramón Roselló, patrón del ‘Charpat II’, que falleció en el naufragio de este pesquero el pasado 19 de enero, así como a todas las personas que fallecen en este mar en busca de una vida mejor».
El obispo dedicó la misa a Vicent Ramón, patrón del 'Charpat II', y los migrantes fallecidos en el Mediterráneo
En las primeras filas frente al altar, se encuentran numerosas autoridades militares y civiles. Entre estas últimas, el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, la consellera de Promoción Económica, María Fajarnés, la tercera teniente de alcalde de Vila, Carmen Boned, la concejala de Participación Ciudadana, Montse García, la diputada nacional de Vox Patricia de las Heras, el concejal de Ciudadanos José Luis Rodríguez y los concejales del PP José Vicente Marí, Juan Flores, Lourdes Cardona, Carmen Domínguez y Estefanía Guasch.
Salve marinera
El Cor Ciutat d'Eivissa, dirigido por Miguel San Miguel, pone el broche final de la misa entonando la Salve Marinera, el himno de la Virgen del Carmen. En sus compases finales ya se escuchan a lo lejos los tambores y trompetas de la Agrupación Musical del Santo Cristo Yacente, que recorre el carrer de sa Creu.
En las afueras de la iglesia aguardan numerosos vecinos y turistas, que aprovechan para grabar a los músicos y la salida de la talla de la Virgen del Carmen, que sale a las ocho de la tarde a hombros de diez cofrades. Comienza la procesión por el barrio de la Marina, después de que en los dos últimos años la festividad por la patrona del mar se limitara al oficio religioso.
Tras recorrer el carrer de la Mare de Déu, la comitiva desciende a la plaza de sa Riba y se dirige frente al muro, donde esperan dos golondrinas: la ‘Mediterrane’, donde embarca la talla de la virgen y las autoridades, así como el ‘Ulises Cat II’, disponible para el público en general y donde espera una larga cola.
Tras la procesión marinera, a la que se suman numerosas embarcaciones particulares, la Banda Simfònica Ciutat d'Eivissa, dirigida por Damián Boluda, se encargará de cerrar la fiesta con un concierto en la Plaça del Martell.
