Jóvenes de entre 14 y 16 de Ibiza disfrutan desde hace dos semanas del Tecnoestiu, un programa de aprendizaje digital en el que llevan a cabo clases sobre técnicas de fabricación 3D, prototipaje electrónico digital y robótica. Los adolescentes realizan las clases en Fablab de Vila, donde llevan a cabo dos proyectos: el robot OTTO, un trabajo de corte internacional y que se realiza por primera vez en Balears. Por otra parte, el equipo trabaja en crear un nanosatélite, que tiene previsto lanzarse a finales de este mes.
Aitor Morrás, concejal de Modernización del Ayuntamiento de Ibiza, acudió ayer al establecimiento para visitar el local y los proyectos que se llevan a cabo. Estuvo acompañado de Bartomeu Alorda, director de Innovación de la Universidad de les Illes Balears, junto a David Cifuentes, futuro doctor que tutoriza a los jóvenes del Fablab.
«Estas semanas los chicos que han estado aquí han practicado la programación y el funcionamiento de las impresoras 3D para que, a la hora de lanzar el satélite, sepan imprimir y poner todo el proyecto en orden para su lanzamiento», declaró Cifuentes, quien indicó que, a parte de estar trabajando en el lanzamiento, los jóvenes están enfocados en trabajar con el Robot OTTO. «Tenemos dos grupos que están con el robot y otro grupo con el satélite, que lo empezaremos entre esta semana y la que viene. Separamos los grupos para que los alumnos practiquen diferentes partes del satélite y podamos saber con certeza cómo lanzarlo, pues su lanzamiento se prevé para finales de este mes. La parte de los globos de helio, que ayudarán a lanzarlo, la miraremos la última semana para saber cómo lanzarlo», añadió.
En el taller se aprende a través de los gustos personales: «Desarrollamos sus aspiraciones personales porque de alguna manera es donde se basa el aprendizaje. No estamos en una escuela guiada, sino en un taller de verano y por lo tanto el aprendizaje se hace a través de sus ilusiones», aseguró Alorda, quien en todo momento apostó por impulsar la creatividad de los jóvenes a partir de los utensilios que disponen en el local.
El director de Innovación también señaló aspectos sobre el desarrolló del robot OTTO a través del trabajo creativo del joven: «Ellos lo han personalizado y hemos animado a que lo diseñen a su gusto. No solo montan el robot, sino que tienen que hacerlo como está previsto en el proyecto internacional y convertirlo en suyo para que así se lo apropien. Con este modelo de trabajo es como los alumnos pueden tener un aprendizaje significativo», aseguró.
En cuanto al nanosatélite que se va a lanzar al espacio, el equipo está desarrollándolo poco a poco y para el despegue deberán pedir antes permiso a la Agencia Estatal de Seguridad Área.
Un proyecto donde los jóvenes ibicencos pueden participar, independientemente de sus conocimientos en el ámbito de la tecnología, además de ser un reto que Alorda considera «interesante» al realizarse pocos trabajos así en Balears.
