La presidenta del Govern, Francina Armengol, defiende la limitación de cruceros en el puerto de Palma que fue acordada con las navieras, si bien, preguntada ayer por la posibilidad de alcanzar una resolución similar en el aeropuerto de la capital balear para restringir la llegada de vuelos, hace hincapié en que son «mundos y escenarios» «absolutamente diferentes». En declaraciones a la prensa, preguntada por una posible limitación de las llegadas a Son Sant Joan, de igual manera que se acordó restringir la llegada de cruceros a Palma, la líder del Ejecutivo balear asegura que no ve «similitud entre una cosa y otra». Además, reitera que la Comunitat ha pedido en reiteradas veces la cogestión aeroportuaria.

Además, después de que el aeropuerto de Londres haya decidido limitar a 100.000 el número de viajeros diarios, Armengol asevera que la situación es «absolutamente diferente» en el aeropuerto de Palma. Así, detalla que en Londres existe una situación a raíz de varias casuísticas diferentes como el Brexit, la congestión, o las huelgas de compañías aéreas, que han derivado en «problemas para poder gestionar bien los servicios del aeropuerto ante sus trabajadores y ante los turistas que lo visitan». Esta situación, añade, no se da en «ningún aeropuerto de Balears, por tanto, las situaciones son muy diferentes». Asimismo, preguntada por si el límite en Heathrow podría provocar cancelaciones en los hoteles de las islas, la presidenta balear señala que durante esta temporada ya ha habido algunos problemas de cancelaciones tras huelgas de compañías aéreas o de controladores, «una serie de circunstancias externas a la comunidad que están afectando en algunas cuestiones a turistas».