El propietario de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, Francisco Vilás, vuelve a la carga contra el complejo sanitario que proyecta el empresario farmacéutico Juan Tur Viñas en una parcela situada junto al campo de fútbol de Jesús. Ahora lo hace a través de un informe encargado a un consultor internacional sobre el proyecto del complejo sanitario que advierte de «un gran número de incoherencias y deficiencias importantes de diseño».

También apuntan las conclusiones que hay «errores en su estructura que hacen difícil considerar que el proyecto ha tenido en cuenta la importancia de un centro sanitario en los términos de diseño, funcionalidad y eficiencia».

Entre otras cosas, el consultor de proyectos sanitarios señala que el presupuesto de las obras, que asciende a 25,5 millones de euros, «no es creíble», ya que, como la superficie construida proyectada es de 33.777 metros cuadrados, el coste se situaría en 755,2 euros por metro cuadrado.

El informe indica que, si se consulta la base de datos de varias comunidades autónomas, el coste de las obras de un hospital por metro cuadrado se sitúa como mínimo en 1.500 euros, lo que significa que en el caso del hospital de Jesús, el presupuesto debería ser de 50,6 millones, el doble de lo que aparece en la memoria.

El presupuesto de instalaciones tampoco es «fiable», según el criterio del autor del informe elaborado por encargo de Vilás, sobre todo en lo que concierne a las de climatización y los gases medicinales. Así, en el primer presupuesto la partida de gases medicinales se valora en 663.211 euros y en el segundo, en 260.201 euros. Lo mismo pasa con las instalaciones de climatización, con un presupuesto de 1,4 millones de euros y otro de 2,6 millones. «No son creíbles ni el primero ni el segundo», considera el informe.

Aparte de las cuestiones económicas, el informe concluye que el complejo sanitario está «mal dimensionado, sin una lógica en la distribución de superficies». Por ejemplo, en las zonas de hospitalización se proyectan «demasiadas camas» y queda «poco espacio para que los sanitarios puedan hacer su trabajo». También considera que las consultas externas no son funcionales y resultarían «incómodas tanto para los profesionales como para los pacientes». Por todo ello, el especialista recomienda un nuevo proyecto, pero previamente se debería elaborar un estudio demográfico sanitario de la población diana y planes funcionales de los diversos servicios con participación de personal sanitario, estima.