"Nos guste o no, lo que la marca Ibiza representa para la mayoría de la gente es el desenfreno y el baile", afirma Paul Richardson, redactor del Financial Times. El periódico británico ha dedicado una de sus páginas a describir la otra Ibiza, la de "la alta cultura, la gastronomía y la arquitectura histórica".

Para Richardson, la apertura en Vara de Rey de un nuevo hotel de lujo, ha cambiado el tipo de vacaciones que ofrece la isla. "Una escapada urbana relajada, para adultos y centrada en la cultura", es de lo que, según el medio británico, podrán disfrutar quienes decidan pasar un fin de semana en Ibiza.

El repaso a la historia y la cultura ibicenca comienza con Dalt Vila. "Una pequeña colina que se elevaba bellamente sobre el mar Mediterráneo, coronada por un poderoso castillo y el campanario de paredes planas de una catedral del siglo XIV", así describe el autor del texto la ciudad antigua que, según él, no ha sido valorada por los visitantes como debería por la falta de alojamiento. Algo que, añade, podría cambiar el año que viene cuando, "después de casi dos décadas de trabajos de construcción intermitentes", habrá el nuevo Parador.

Imagen de una exposición en el Museo Monográfico de Ibiza.

Fuera ya de las murallas, en el paseo de Vara de Rey, Richardson se aloja en el nuevo hotel del grupo Standard. Allí, recuerda, vivió una anécdota hace años, cuando aún era el Cine Serra. "Una noche de invierno de 1989 vi 'La historia interminable' doblada al español. El proyeccionista mezcló los carretes, haciendo que la trama fuera incomprensible", explica.

De la oferta gastronómica de Ibiza destaca la variedad. En el texto habla del histórico restaurante de la Marina Bar San Juan, "una casa de comida que siempre ha estado allí con comida española hogareña servida en mesas con cubierta de mármol", así como de gastrobares más modernos como el Re-Art o el Chidas Cantina. También menciona el "extraordinario" Taller Sa Penya de Boris Buono, bajo el baluarte de Santa Llúcia. Probó también la tradicional 'coca', de la que dice que es la "versión española de la pizza".

En su artículo, Richardson recuerda que Dalt Vila está reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad "por la forma en que conserva las huellas de las sucesivas culturas, desde la época fenicia y árabe en adelante". Callejeando por sus calles, explica, descubrió la iglesia de San Agustín, "mansiones aristocráticas" de estilo gótico y "túneles espeluznantes". En la zona, visitó la Catedral, así como el Museo de Arte Contemporáneo (MACE) y el Museo Monográfico de Puig des Molins.

Por la noche, Richardson explica que recorrió los bares de la zona del puerto, pero que a las dos de la madrugada estaba ya de vuelta en su habitación del hotel. "Escandalosamente temprano para los estándares locales, pero quizás el nuevo paradigma para un tipo de fin de semana en Ibiza muy diferente".