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El Govern prevé ampliar a medio plazo un 18% el caudal del agua desalada de Ibiza

Sigue la tendencia al alza del consumo de las plantas desalinizadoras

Visita escolar a las instalaciones de la desaladora de Santa Eulària, en una imagen de archivo. | VICENT MARÍ

El consumo de agua desalada en Ibiza sigue su tendencia al alza en detrimento del agua de pozo, pero, aunque aún hay margen para aumentar el suministro del caudal de las desaladoras en los meses de invierno, en los meses de verano se ha alcanzado un techo: 44.000 metros cúbicos al día, la producción máxima de las tres plantas desalinizadoras.

La Agencia Balear del Agua (Abaqua), empresa pública de la conselleria balear de Medio Ambiente, proyecta ampliar «a medio plazo» en un 18% la capacidad de producción de las desaladoras (8.000 metros cúbicos al día más). En concreto, ya se ha conseguido aumentar la producción de la planta de Santa Eulària con 1.500 metros cúbicos diarios más sólo con «la optimización» de su sistema, según explica el secretario general de Abaqua, Juan Calvo.

Este extra de caudal ya en marcha servirá fundamentalmente para garantizar el suministro en las puntas de verano en caso de avería o cualquier incidencia. También se proyecta acometer la misma actuación en la desaladora de Sant Antoni para obtener otro incremento de la producción de 1.500 metros cúbicos. En verano, el 100% de la producción diaria de las desaladoras se consume, y no basta (los ayuntamientos tienen que complementarlo con agua de acuífero), lo que da «cierta vulnerabilidad al sistema», según Juan Calvo.

A medio plazo, según el secretario general de Abaqua, se prevé ampliar la desaladora de Santa Eulària con otra línea que produzca 5.000 metros cúbicos diarios más. De hecho, Abaqua prevé que el presupuesto de la Comunitat Autònoma de 2023 incorpore una partida de 200.000 euros para la redacción de este proyecto, con la idea de que se ejecute en 2024.

Ampliación del ramal sur

Paralelamente, también se tramitará una ampliación del ramal que distribuye el agua de la interconexión de las desaladoras hacia la zona sur de la isla para cubrir la fuerte demanda de Vila y Sant Josep, los municipios con un mayor porcentaje de consumo de agua desalada, con un 94,4% y 81,7% del total, respectivamente (el 5,6% y 18,3% es de agua de pozo). En el próximo presupuesto de la Comunitat también se incorporará una partida de 150.000 euros para la redacción del proyecto, con la idea de que las obras se desarrollen en 2024. El diámetro de las canalizaciones que suministran el agua desalada hacia el sur de la isla no permite aumentar el suministro, por lo que, paralelamente al aumento de la producción de la planta de Santa Eulària, se debe ampliar la red de distribución.

Con estas actuaciones se persigue que el sistema de producción de agua desalada sea «más robusto y seguro», apunta Calvo, que destaca también que Abaqua ha conseguido reducir las pérdidas en las canalizaciones del sistema de interconexión de las tres plantas, que ahora se sitúa en el 5%. Se trata de «una optimización muy alta», destaca Calvo, que recuerda que desde la puesta en marcha hace un año de un sistema de telecontrol se puede detectar y reparar con «mucha velocidad» cualquier fuga de las canalizaciones.

Además, el nuevo Plan Hidrológico de Balears (2021-27) contempla la construcción de un depósito insular para aumentar la capacidad de regulación de la producción de agua desalada de las tres plantas de la isla. A su vez, Abaqua también ha pedido a los ayuntamientos que construyan depósitos de mayor tamaño con la finalidad de tener «un mayor margen de regulación» con el que gestionar la demanda de los picos diarios.

Cambio de tendencia

En 2019, con la finalización de la interconexión de las desaladoras, se produjo un salto al alza en el consumo de agua desalada y, desde entonces, se mantiene una tendencia de crecimiento. En el conjunto de Ibiza, en 2018 el 44,6% del total del agua consumida procedía de las desaladoras, cuando el año pasado se situaba en el 61,1%, 1,3 puntos más que en 2020. Calvo celebra que se consolide esta tendencia y recuerda que, con el uso de agua desalada sobre todo en invierno, «se reduce la presión de los acuíferos y se logra una reserva estratégica del agua de pozo para hacer frente a los picos de verano o los periodos de sequía que se suceden cada cinco años».

Como se ha apuntado, Vila y Sant Josep son los municipios que más agua desalada consumen. Por detrás se sitúan Sant Antoni, con un 59,9%, Sant Joan (43,2%) y Santa Eulària (25,4%). Aún hay margen para incrementar en invierno el consumo de agua desalada. De hecho, en el municipio de Ibiza sólo se consume agua desalinizada en este periodo y utiliza agua de pozo para afrontar las puntas de verano. En todo caso, hay que tener en cuenta que los acuíferos de Santa Eulària están en «mejor estado», por lo que, salvo en verano, no se necesita tanto el caudal de las desaladoras.

La distribución por municipios del agua desalada en verano se hace a partir del volumen conveniado durante todo el año. Así, Sant Josep obtiene 16.404 metros cúbicos al día; Vila, 15.700; Sant Antoni, 5.934; Santa Eulària, 5.006 y Sant Joan, 953.

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