Taxistas de Ibiza piden un carril propio para acceder a las paradas porque «pierden» viajes por los atascos

La Federación Insular asegura que aunque las colas sean «espectaculares», los tiempos de espera no superan los 15 minutos

Clientes en la parada de taxis del puerto de Eivissa

Clientes en la parada de taxis del puerto de Eivissa / Vicent Marí

Noemí Martínez

Noemí Martínez

Los taxistas están «cansados» de que todas las críticas recaigan sobre el sector, principalmente las que se centran en las largas colas que se producen en las paradas del aeropuerto y del puerto de Ibiza. En este sentido, explican que los accesos son «complicados» y hay ocasiones en las que han tardado hasta 45 minutos en llegar al punto de recogida por los «atascos» que hay en plena temporada en las carreteras.

Por ello, piden, de nuevo, que se habiliten carriles exclusivos para taxis y autobuses. «No lo hemos pedido de manera formal, pero sí en numerosas reuniones que hemos tenido con las instituciones, sobre todo cuando nos decian que iban a cambiar de sentido alguna calle. Les pedimos un acceso en la avenida Santa Eulària para poder sacar las colas antes», explica el presidente de la Federación Insular del Taxi, Toni Riera. Sin embargo, lo que se han encontrado es la supresión de paradas, como la de la calle Bartomeu Roselló.

Aun así, insiste en que, «aunque las colas son espectaculares, los tiempos de espera no». «El otro día, por ejemplo, hubo cola todo el día en el aeropuerto, pero preguntábamos a los clientes y nadie nos dijo que llevara más de 15 minutos y ninguno estaba enfadado», añade.

Qué trabas se encuentran

Daniel Peralta se define como «amante» de su trabajo. Es conductor asalariado que trabaja en el aeropuerto y desmiente que la solución a las largas colas pase por poner más taxis. «No duran más de 15 minutos, pero la gente va llegando a cuenta gotas y parece que la fila nunca desaparece. Lo que hay que hacer es gestionarlo mejor», subraya. También hay momentos en los que aterrizan varios vuelos al mismo tiempo, por lo que «hay particulares que vienen a recoger gente y la terminal se colapsa», añade.

Como ejemplo pone la situación que él mismo vivió el otro día al entrar al aeródromo. «Estuve 40 minutos bloqueado porque la cola llegaba hasta la rotonda de fuera», lamenta. Lo mismo pasa en pleno centro de la ciudad de Ibiza. «No hay ningún tipo de acceso rápido ni una entrada prioritaria a la parada del puerto, tampoco al aeropuerto, y, al quitar el Ayuntamiento plazas de aparcamiento, la gente usa más el parking de es Pratet y una de las entradas está en la avenida Santa Eulària, así que hay retenciones todos los días», subraya. Esto hace que «se pierdan viajes por los atascos cuando nuestra función es dar ese servicio», lamenta.

Peralta reitera que las colas se forman en momentos puntuales, como puede ser a la 1 de la madrugada cuando cierran los restaurantes y todos van al mismo tiempo a coger un taxi. Por el contrario, «hay muchos momentos en los que estamos todos parados y tenemos que ir dando vueltas porque no entramos en la parada a la vez».

Normativa

Asimismo, Peralta recuerda que hay normas que tienen que cumplir y que hay clientes que no entienden. «No podemos cargar en cualquier sitio y muchas veces vemos cómo se enfadan porque levantan la mano y no paramos», explica. Solo pueden recoger al usuario en la parada y a esto se suma que, al trabajar con GPS, tienen servicios que atender en otros puntos, por lo que no pueden parar en cualquier sitio.

«Ahora que podemos cargar y descargar sin prioridad porque seas de un municipio u otro, estamos viendo que hay zonas que están descuidadas, como Benirràs. Nos llegan muchos servicios de allí y lo que pasa es que los conductores vienen al sur de la isla porque hay más trabajo», sostiene. Esto sucede, dice, en los municipios de Sant Joan y Santa Eulària.

Exceso de vehículos

En cuanto a la posibilidad de que en la isla trabajen empresas como Uber o Cabify, Peralta señala que esto solo agravaría más el problema, no porque sean competencia, sino porque supondría tener más vehículos en las carreteras. «Estamos en una isla sobremotorizada y lo que hay que reducir es el número de personas que conduce cada día por aquí», concluye.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents