Desde el pasado 1 de junio las islas Pitiusas deberían contar en el mar con un servicio de asesoramiento y vigilancia de las embarcaciones de recreo para evitar que tiren sus anclas sobre las praderas de posidonia, protegidas por una Ley balear.
El servicio consiste en el despliegue de cinco embarcaciones con base en Formentera y cuatro en Ibiza, con sus correspondientes patrones y que depende de la conselleria balear de Medio Ambiente y que debería funcionar entre el 1 de junio y el 15 de septiembre.
Ayer solo estaban operativos dos barcos en Formentera y otro con base en Sant Antoni que debe cubrir todo el litoral de Ibiza.
La adjudicación de la nueva contrata para cubrir el servicio recayó en el conglomerado de empresas Grupo Eulen, que además de Ibiza y Formentera tiene adjudicado el servicio de vigilancia de la posidonia en Menorca, donde por cierto tendría que haber cuatro embarcaciones y solo hay dos. El tiempo del contrato es de dos años más otros dos posibles como prórroga.
El responsable de la gestión de los fondeos que depende de la conselleria balear de Medio Ambiente, Marcial Bardolet, en declaraciones a Diario de Ibiza, reconoció el retraso en el inicio de esta campaña del servicio de vigilancia y asesoramiento al fondeo sobre posidonia, aunque lo atribuyó «al proceso administrativo que lleva la adjudicación de un nuevo contrato, con lo que lleva la matriculación de embarcaciones y demás...».
Una sola barca con base en Sant Antoni debe inspeccionar todo el litoral de la isla de Ibiza
Al ser preguntado sobre el número de barcos que tenían en servicio manifestó: «Tenemos tres en Formentera, ayer [16 de junio] llegó la tercera» . Pero esta tercera embarcación debe ser revisada antes de ponerla en servicio.
Bardolet añadió que en los próximos días se van a ir incorporando las nuevas embarcaciones en la medida en que se vayan despachando las mismas ante Capitanía Marítima, para el servicio al que están destinadas.
Otro problema que acumulan estas embarcaciones es que no tienen lugar donde fondear, ya que no tienen espacio en las dársenas de la Savina (ver página 4).
Pero si no fuera poco en Ibiza tienen, físicamente, cuentan con dos de cuatro embarcaciones pero a una se le ha roto el motor. El responsable del servicio recordó que siempre cuenta con la presencia de las barcas de las Reservas Marinas que también realizan tareas de vigilancia sobre fondeos ilegales.
De Santa Eulària a Tagomago
En la actual situación y con los medios desplegados por por la conselleria balear a estas fechas el litoral situado entre Santa Eulària y Tagomago, no tiene medios para ser cubierto por este servicio: «Esta zona la cubrimos con la embarcación grande que sale desde Sant Antoni». El responsable del servcio detalló que en Ibiza tienen dos patrones pero que también son conscientes de los que ocurre en Porroig: «Me he puesto en contacto con Mónica Fernández para darle nuestro nuestro apoyo y enforcarnos sobre el gran impacto que se produce».
Indicó que hasta que no esté montado este campo de boyas ecológicas previstas en esta zona litoral de Porroig «la intervención es muy complicada».
