Con solo los votos en contra de Vox y el diputado Maxo Benalal y la abstención de Més per Menorca, el Parlament aprobó ayer, con la presencia entre el público de las presidentas de los consells insulares, la nueva ley de consells, que regula su estructura institucional y, entre otras cosas, fortalece la posición del presidente y del Consell Executiu (el gobierno).
En concreto, se amplían sus responsabilidades en cuestiones como contratación pública, política de personal, expropiaciones forzosas o el ejercicio de acciones judiciales que hasta ahora tenían que pasar por el pleno. También se regula por primera vez el sector público instrumental, las empresas públicas dependientes de los consells.
El diputado del PP y presidente del Consell, Vicent Marí, reivindicó en la tribuna que el Govern aporte a las instituciones insulares recursos económicos adicionales para poder desarrollar la nueva normativa. «Si el Consell ha de funcionar como una administración autonómica también ha de disponer de los medios para aprobar de forma más ágil normativas y reglamentos. Esta ley supone la parlamentarización de los consells y esto, que supone más carga de trabajo, requiere de medios y organización», resaltó. De hecho, el PP mantuvo hasta el final una enmienda en la que pedían que, en el plazo de un año, se revisase el coste que supone la aplicación de la nueva ley (básicamente la dotación necesaria de los servicios jurídicos y secretaría, también para redactar el reglamento orgánico) para que el Govern lo compense, pero fue rechazada por la mayoría de la Cámara balear.
El federalismo interior
La consellera de Presidencia, Mercedes Garrido, destacó que, con esta nueva ley la actuación de los consells podrá ser «más ágil y eficiente». «Se profundiza en el llamado federalismo interior», dijo Garrido, que recordó, en todo caso, que pese a la aspiración de autogobierno de las instituciones insulares, el Govern balear debe mantener su papel de «coordinador para evitar desequilibrios económicos que vulneren el principio de solidaridad».
La nueva ley prevé que los consells aprueben un reglamento orgánico en el que se puedan incorporar «las peculiaridades» de cada isla, al tiempo que destacó que se incluye un capítulo específico para Formentera en el que se reconoce «su doble condición de isla y municipio».
Además, se prevé que el Govern pueda acordar con Ibiza «fórmulas» para que éste pueda «cooperar con Formentera en ámbitos determinados» debido a los vínculos no sólo geográficos que mantienen estas dos islas
Dicho esto, la consellera de Presidencia reconoció que la aspiración de autogobierno de los consells «no se podrá completar» hasta que la legislación estatal, en concreto la ley de bases de régimen local, reconozca el hecho insular.
En este sentido, el presidente del Consell de Ibiza destacó que se puede dar «la paradoja» de que una competencia sea «peor gestionada por el Consell pese a la proximidad con los ciudadanos por la falta de recursos y la falta de un marco jurídico para asumirlo». Lo dijo en referencia a que, pese a que los consells tengan la doble condición de ente local y autonómico no pueden ejercer sus competencias «en igualdad de condiciones que el Govern» hasta que se modifique la ley estatal de bases de régimen local.
