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El Hospital de Ibiza evalúa la necesidad de una consulta Post UCI para mejorar la recuperación de los pacientes

La responsable del estudio es la intensivista Romina Carreño, que atenderá a los usuarios con el enfermero José Antonio García Verdejo

Imagen de archivo de la UCI del Hospital Can Misses. Vicent Marí

Can Misses iniciará el próximo mes un estudio con el que pretende evaluar la necesidad de la puesta en marcha de una consulta Post UCI. La investigación consistirá, exactamente, en poner en marcha esta consulta durante unos meses y analizar, después, su viabilidad, confirmaron desde la gerencia del Área de Salud después de que la jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital público de Ibiza, Paz Merino, lo comentara. El estudio se titula ‘Calidad de vida de los pacientes en seguimiento en la consulta Post UCI del servicio de Medicina Intensiva del Hospital Can Misses’, y en el participan, además de la propia Merino, la intensivista Romina Carreño Ponfil, el enfermero referente de la UCI José Antonio García Verdejo y la supervisora Manuela Vila.

«Los pacientes, cuando salen de la UCI, tienen el síndrome post-UCI, sufren afectaciones neurológicas. Una intensivista hará un seguimiento de estos pacientes», explica Merino. que detalla que los médicos de la unidad conocen «muy bien» a estos pacientes, ya que los han atendido «en la parte más crítica de su enfermedad». Además, la responsable del servicio señala que en este tipo de consultas pueden comprobar la evolución de los pacientes «sin la presión asistencial» que sufren otras áreas. «En Atención Primaria y en otros servicios no puedes dedicar ese tiempo al enfermo», indica la jefa, que explica que otros hospitales ya tienen este tipo de consultas en marcha «y funcionan muy bien».

«Cada vez hay más pacientes que ingresan en la UCI y que sobreviven, pero lo hacen con importantes secuelas físicas, psíquicas y cognitivas», comenta Romina Carreño, la intensivista de Can Misses que desarrollará la investigación, que hace hincapié en el impacto que tiene una estancia en una unidad de críticos para el paciente y para sus familiares. El objetivo de este tipo de consultas es mejorar la calidad de vida del paciente cuando ya ha recibido el alta. La especialista asegura que está demostrado que un ingreso en la UCI es la tercera causa de secuelas en una personas después «de un atentado terrorista y una violación». Muchos de los enfermos sufren depresión y pesadillas ya fuera del hospital.

«El 50% de los pacientes, a los tres meses de recibir el alta, tienen algún tipo de dependencia y el 33% de los que sobreviven a la UCI, un año después aún no han recuperado sus actividades normales», comenta la médica, que destaca también la «sobrecarga» que esta situación supone para los cuidadores

Los pacientes pasarán por esta consulta, que durante el estudio estará en el espacio de la UCI, tras recibir el alta del hospital y también a los tres, seis, nueve meses y un año. En el caso de que constaten que se encuentran completamente recuperados la intensivista también les dará el alta de la consulta. Esto, sin embargo, no es lo más habitual. «La mayoría suelen estar entre uno y dos años», afirma Carreño, a quien acompañará en este proyecto José Antonio García Verdejo, enfermero referente de la UCI ibicenca. Carreño, que ha asistido a un curso sobre este tipo de consultas en el Hospital de Fuenlabrada, asegura que con este seguimiento se reducen tanto los reingresos del paciente como las visitas a los servicios de urgencias.

No todos los pacientes que hayan pasado por la UCI son susceptibles de ser usuarios de esta consulta. Hay unos requisitos: haber estado más de 48 horas intubados o sobrevivir a una paracardiorrespiratoria o un shock séptico. Están excluidos los que hayan sufrido un ictus, ya que de su seguimiento se encarga Neurología. Los ingresados en la unidad de críticos en los últimos meses por covid también son posibles usuarios de esta consulta. «Son pacientes que han estado con respirador muchos meses y salen con secuelas, muchas», reconoce la jefa de la UCI, que continúa: «Parte se recupera aquí, pero luego muchos pacientes tienen que continuar un tiempo con rehabilitación». La jefa del servicio señala que en ocasiones las secuelas del paso por la UCI son «muy graves». «Depende de la patología, de la edad, de las comorbilidades... De tantos factores... Lo de despertarse y estar como si nada sólo pasa en las series y las películas», afirma.

Los responsables de la investigación comenzarán a llamar a los enfermos que recientemente han recibido el alta en Can Misses tras pasar por la UCI para citarlos en la consulta, que de momento funcionará un par de tardes al mes.

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