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Los taxistas de la ciudad de Ibiza rechazan pactar el control horario a cambio de no librar este verano

El concejal de Movilidad ofreció recientemente al sector la posibilidad de eliminar los paros obligatorios un día a la semana de esta temporada a cambio de consensuar la instalación del sistema de control biométrico previsto en el borrador de la nueva ordenanza

Caravana de protestas de los taxis de Vila en diciembre en contra de la obligación de parar un día a la semana en verano. | J. A. RIERA

Los taxistas de la ciudad de Ibiza se resisten a la instalación de un dispositivo de control biométrico de los conductores, mediante la huella digital por ejemplo, a pesar de que el borrador de la nueva ordenanza que regulará el funcionamiento del sector obligará a implantarlo en los coches.

El concejal de Movilidad de Vila, Aitor Morrás, ofreció recientemente, en una reunión con los representantes de las asociaciones de taxistas del municipio, salvo los asalariados, la posibilidad de cerrar un acuerdo sobre esta cuestión a cambio de retirar la obligación de parar este verano los vehículos un día por semana. No ha habido ninguna respuesta todavía, lo que Morrás interpreta como una negativa.

De hecho, el también segundo teniente de alcalde de Ibiza siempre ha dicho a los taxistas que si aceptan la instalación de un sistema de control biométrico no impondrá los descansos obligatorios, pero el sector siempre se ha negado. Esta vez, Morrás puso sobre la mesa la misma oferta, pero con la diferencia de que no obligaría a instalar ya los dispositivos de control, sino a pactar las condiciones de su implantación en la nueva ordenanza del taxi. «Si llegásemos a un consenso quitaríamos el día libre de ahora, pero no han querido», lamenta Morrás.

De todos modos, la intención del Consistorio de que los taxistas durante la temporada, por una cuestión de «seguridad y calidad en el servicio», descansen al menos un día a la semana no cambia y así se reflejaría en la ordenanza. La propuesta de ordenanza que Morrás ha entregado ya a los taxistas impide que se pueda conducir más de 12 horas seguidas en una jornada y, en cualquier caso, no se pueden acumular más de 60 horas en el cómputo general de la semana. Es decir, si un taxista condujera 12 horas cada día, se vería obligado a parar dos jornadas cada semana.

Nueve meses para instalarlo

En todo caso, hay que tener en cuenta que, en el caso de los asalariados, la legislación laboral obliga a trabajar 40 horas semanales como máximo más las horas extras, que también están limitadas por ley. Los titulares de las licencias son autónomos.

El borrador de la ordenanza contempla que, en un plazo de nueves meses desde su aprobación, los taxistas tendrán la obligación de instalar en los vehículos los dispositivos de control biométrico. Sin embargo, Morrás quiere cerrar un acuerdo con los taxistas en la redacción de esta norma y evitar con ello que se pueda recurrir.

El presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de la Ciudad de Ibiza, Alejandro Cardell, no respondió ayer a las llamadas de este diario. Otras fuentes del sector señalaron que Morrás «no tendrá nunca» el consenso con los taxistas sobre el control biométrico.

El segundo teniente de alcalde prefiere alcanzar un acuerdo sobre el control horario de conducción para «garantizar», insiste, «la seguridad y la calidad del servicio» antes que «obligar a parar los vehículos un día por semana». Esta semana, Morrás tiene previsto reunirse con los grupos políticos para abordar el borrador de las nuevas reglas del funcionamiento del taxi.

Por otra parte, el Ayuntamiento ha detectado pocos incumplimientos de las jornadas de descanso obligatorias impuestas esta temporada por primera vez y que provocaron diversas movilizaciones de protesta del sector. Tras la firma del nuevo convenio del GPS con la Federación Insular del Taxi (Fitie) y el acceso a la información completa del servicio, el Ayuntamiento puede controlar qué taxis están circulando a diario por las calles.

Morrás apunta que desde mediados de mes, cuando empezó el calendario de verano, se han detectado «soló cinco o seis taxis» trabajando cuando no les correspondía, y alguno de ellos por «un malentendido» porque habían solicitado un cambio de turno. «Cuando se detectó, se les avisó, y no ha vuelto a pasar», indica Morrás.

No se han abierto expedientes

No se ha abierto ningún expediente por estos incumplimientos porque, por un lado, se debe dar «un margen de adaptación» y, por otro, estaba pendiente cerrar los grupos definitivos a partir de los cambios solicitados por algunos taxistas. «A partir de ahora sí que se procederá a abrir expedientes», avisa Morrás, que, sin embargo, admite que a los taxistas les ha costado poner en los vehículos las letras que identifican los turnos de verano. «Al principio, eran reticentes y seguían con la letra de invierno», apunta. Con este distintivo, los mismos taxistas pueden detectar si algún compañero no respeta los turnos de descanso asignados.

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