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Playas de Ibiza: Primer llenazo de la temporada en el 'parking' de Cala Salada

Los coches ocupan todas las plazas disponibles el mismo día que empieza a operar el bus a la playa

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Primer día del servicio de autobús a Cala Salada

Cala Salada y Cala Saladeta empiezan a ofrecer su característica imagen estival, con coches obligados a retroceder al llegar al control de acceso. Tras la puesta en marcha de esta restricción al tráfico el pasado fin de semana, la zona de aparcamiento se llenó ayer, por primera vez, el mismo día que se reanudaba el servicio de autobús desde Sant Antoni hasta esta playa.

De momento, el operativo que regula la afluencia de vehículos solo funciona durante los fines de semana, de diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde. A partir de este miércoles, el control pasará a ser diario, inicialmente hasta el 15 de octubre, y su horario se ampliará en función del aumento de de la afluencia de bañistas a la playa.

Dos centenares de plazas

A las doce menos cuarto del mediodía, se ocupaba el último sitio libre de los dos centenares de plazas disponibles para coches en Cala Salada, justo frente al aparcamiento principal. Los afortunados eran tres amigos de Granada, José David, Alba y Jorge.

Las zonas habilitadas para el aparcamiento en Cala Salada cuentan con dos centenares de plazas

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Los dos primeros están de visita el fin de semana, mientras que ella reside en la isla desde hace tres años. «Conocía esta cala, pero solo había estado en invierno», detallaba Alba, sorprendida de encontrar el parking lleno.

Este año, al contrario que los anteriores, también se permite que los vehículos puedan estacionar en un lateral de la carretera que baja hasta la cala, siguiendo las indicaciones de los controladores. Una vez ocupados, desde la caseta de vigilancia de arriba solo se permite el paso de los vecinos y autorizados, mientras que los coches de los visitantes deben regresar hasta encontrar donde estacionar o irse a otro lado.

A medida que va quedando alguna plaza libre, los controladores reabren el paso. Según comentaban los operarios, en una jornada como ayer pueden estacionar a lo largo del día unos 500 vehículos. Ante esta demanda, el Ayuntamiento de Sant Antoni confirmó ayer que estudia habilitar un nuevo parking en la zona.

Primer día de autobús

La línea de autobús 34, que une Sant Antoni con el complejo deportivo de Can Coix y Cala Salada, ha ido ampliando sus horarios en los últimos años para reducir el colapso de vehículos. Desde ayer, el servicio cuenta con salidas cada media hora, a partir de las diez de la mañana y hasta las ocho de la tarde desde de Sant Antoni y de 10.15 hasta las 20.15 para regresar desde Cala Salada.

El bus sale ofrece trayectos cada media hora desde Sant Antoni a partir de las diez de la mañana y hasta las ocho de la tarde

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La estación de autobuses aún está lejos de recibir una afluencia masiva de usuarios y solo 14 turistas subían al bus de las once. Nueve de ellas eran un grupo de amigas portuguesas que celebran una despedida de soltera hasta el domingo, en una escapada de cuatro días. «Habíamos visto fotos de esta playa por Google y es una de las que tenemos en la lista», comentaron.

En el siguiente trayecto, que llegaba a la playa poco antes de las doce menos cuarto, solo bajaba Lara, una joven italiana que reside en Sant Antoni desde marzo, y su madre, Cristina, que pasa unos días de visita. Media hora después, el autobús regresó a la misma parada con una veintena de pasajeros. David y Verónica, con su caniche Bertín, habían llegado a primera hora de la mañana desde Barcelona.

«Ha sido llegar y directos a la playa», bromeaban. A pesar de que conocían la isla con anterioridad, y su última visita fue el año pasado, jamás se habían bañado en Cala Salada. «Hemos visto que sale en las guías y hemos reservado para comer aquí con mi hermana», detalló Verónica.

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