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El temporal de 2019 en Ibiza, motor del cambio del pino por la sabina en los bosques de Sant Antoni

Un estudio elaborado por la conselleria balear de Medio Ambiente analiza con detalle los efectos del vendaval y la tormenta que afectó a más de mil hectáreas de superficie

Imagen de uno de los destrozos causados por el temporal de octubre de 2019 en Sant Antoni. Juan A. Riera

El destrozo que el temporal de octubre de 2019 causó en la masa forestal de Sant Antoni puede hacer que en los bosques afectados vuelva a predominar la sabina. Que ésta sustituya en buena medida al pino. Así lo aseguran los expertos que firman el informe ‘Els temporals destructius als boscos de les Illes Balears. 2001-2021’, que ha publicado recientemente la conselleria balear de Medio Ambiente. El de Sant Antoni, ocurrido el 22 de octubre de 2019, es el único de las Pitiusas que cuenta con un capítulo propio en el volumen, que firman, como editores, Joan Estrany y Adolfo Calvo-Cases, ambos de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y el Grup de Recerca en Hidrologia i Ecogeomorfologia en Ambients Mediterranis (MEDhyCON), y Joan A. Santana, del servicio de Gestión Forestal y protección del Suelo de la conselleria de Medio Ambiente y Territorio.

El temporal afectó a algo más de 1.150 hectáreas, 972 de las cuales corresponden a superficie forestal, una tercera parte de ella, indica el estudio, sufrió un impacto importante. La mayoría de esos bosques, de densidad variable, estaban formados por una mezcla de pino blanco y sabina, además de sotobosque de mata y ginebra. Los más afectados fueron los pinos, especialmente los más grandes, mientras que las sabinas apenas sufrieron daños «a pesar de que las más grandes sí que se vieron afectadas». Las caídas de los grandes pinos afectaron también al manto de arbustos.

Esto, explican los expertos, tendrá consecuencias en la recuperación del espacio: «En las zonas dañadas con un menor recubrimiento previo, la reducción de la densidad del pinar permitirá la llegada de más luz al suelo y facilitará el crecimiento de las especies más heliófilas». De la misma manera el informe señala que «favorecerá el crecimiento de una nueva generación de pinos en las calvas abiertas por los vientos, donde hasta ahora la regeneración era más difícil por la falta de luz». Además, en aquellos lugares en los que el pino ha desaparecido pero se mantiene la sabina «incluso se podría producir un cambio de especie dominante».

El estudio señala que «la totalidad» de la superficie afectada pro el temporal se ubica en fincas privadas, lo que ha supuesto algunos problemas a la hora de abordar su restauración, que se inició ocho meses después del temporal, en junio de 2020. «Una dificultad relevante ha sido conseguir que los propietarios de las fincas (254 resultaron afectadas) autorizasen a la Administración para que actuara», indica el texto, que enumera algunas de estas complicaciones: saber quién es el titular actual de la propiedad, que buena parte de ellos residen fuera de la isla y otros habían fallecido y no se sabía quiénes eran sus herederos eso por no hablar de lo que costaba que algunos entendieran la importancia de intervenir «para reducir el riesgo de incendio y de afectaciones futuras de escolítidos».

«El reto es que las subvenciones lleguen a los afectados»

El informe de la conselleria de Medio ambiente y Territorio destaca que el reto de cara al futuro es «hacer que las subvenciones lleguen, dentro de la zona afectada, al mayor número posible de las personas o empresas beneficiarias». En este sentido, señala también que las actuaciones de los propietarios han sido «muy irregulares». «Unos actuaron con los medios que tenían y otros no actuaron, ya fuera por falta de medios, imposibilidad de acceso o por no asumir el coste derivado de los trabajos»..

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