Ahora mismo, las doce habitaciones de la residencia del viejo Hospital Can Misses para profesionales sanitarios y acompañantes de pacientes desplazados de Formentera están ocupadas. Nueve cuentan con huésped y las otras tres están reservadas «para médicos que se incorporan como refuerzo estival el 1 de junio», indicaron. Además, cuatro trabajadores que en las próximas semanas se sumarán a la plantilla del Área de Salud pitiusa han pedido también que les guarden una plaza en esta hospedería. En vista de la elevada demanda de este recurso y de su utilidad a la hora de facilitar la contratación de profesionales, la gerencia de Can Misses ha ampliado la residencia. Ha duplicado sus plazas, de hecho.
Desde esta misma semana, a las doce habitaciones con que ya contaba este recurso, en la planta baja del viejo edificio, se suman otros 14 dormitorios que se han habilitado en el primer piso de la zona que antiguamente ocupaban las plantas de hospitalización, justo encima de Ca na Majora.
El próximo lunes, día 23, está prevista la entrada del primer sanitario que se alojará en esta nueva planta de la residencia, indicaron desde la gerencia del área sanitaria. El objetivo, reconocieron, era tener estas 14 nuevas habitaciones disponibles antes de que se incorporaran los refuerzos de verano y los profesionales que llegarán a la isla para cubrir vacaciones, ya que muchos de ellos proceden de fuera de Ibiza y necesitan un lugar en el que alojarse.
«Quienes vienen para más tiempo usan la residencia de forma temporal, hasta que, una vez aquí, encuentran un alojamiento definitivo», indicó un portavoz del Hospital Can Misses.
La ampliación de la residencia ha sido una constante desde su puesta en marcha en mayo de 2017. En aquel momento, tenía únicamente ocho habitaciones, que más tarde, tras una reforma que obligó a cerrar este recurso durante varios meses, se convertirían en doce. Desde este lunes serán ya 26. En estos cinco años ha alojado a 150 personas, entre profesionales sanitarios y acompañantes de pacientes desplazados de Formentera.
Desde Salud destacan que la residencia «es gratuita» para quienes se alojan en ella y cuenta, además, «con servicio de limpieza, lavandería y seguridad». Además, cuenta con un área de descanso común para todos los huéspedes. Aunque carece de cocina, sí hay una sala en la que hay varias neveras para que los residentes puedan dejar alimentos y bebidas, así como con varios microondas para que puedan calentar comida preparada y una cafetera. La residencia tiene también una sala con taquillas.
La normativa que regula las estancias establece que ninguno de los profesionales que se alojan en la residencia puede pasar más de cuatro meses en ella. Sin embargo, en situaciones especiales, como que se prolongue un contrato temporal, se puede ampliar la estancia. «Tenemos la suficiente flexibilidad para adaptar esa norma a las situaciones individuales de manera excepcional», insisten desde la dirección de Can Misses.
La gerente del Área de Salud, Carmen Santos, confía en que la ampliación de la residencia sea suficiente «para poder responder a las necesidades de contratación de personal que proviene de fuera de las Pitiusas».
