Desde hace una década la presencia en Formentera de las palomas torcaces, Columba palumbus, se ha convertido en una plaga que cuando llegan estas fechas arrasa con las cosechas de cereales, con las uvas y cualquier otro producto agrícola que le sirva de alimento. Se mueven en bandadas y esperan pacientemente, sobre los cables aéreos, a tener el campo despejado para lanzarse sobre ellos.

Un año más el Consell de Formentera, a través del servicio de caza del área de Medio Rural, ha aprobado «una autorización excepcional para el control de especies y la protección de los cultivos de la isla de Formentera por parte de los cotos de caza», registrados en la isla.

Desde el pasado 15 de mayo y hasta el 9 de octubre, los jueves, sábados y domingos se podrá cazar la paloma torcaz en los lugares autorizados y se llevará a cabo por parte de los cazadores habilitados de los correspondientes cotos de caza.

El horario será de 7.30 a 11.30 horas y de 17.30 a 21 horas. El objetivo de la autorización es asegurar la protección adecuada de los cultivos que puedan resultar afectados por esta especie, que ha proliferado en los últimos años en Formentera.