La consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, afirmó ayer que «ni ningún médico ha dejado de venir, ni se ha ido por razones lingüísticas», y aseguró que en Balears un 91% de los médicos residentes se quedan a trabajar. Así, recordó que la Ley de Función Pública permite excepcionar el catalán en casos de difícil cobertura, algo que ya se está aplicando: «Los idiomas son fuente de riqueza y de cultura».

La diputada de Vox Idoia Ribas pidió la derogación de la exigencia del catalán para trabajadores del Servicio de Salud por falta de personal y resalta que «Balears no es un destino atractivo para los trabajadores, con la vivienda por las nubes y la insularidad, y la exigencia del catalán es la puntilla y eso es culpa de este gobierno irresponsable».

Gómez defendió que «ningún médico del sistema sanitario público trabaja sin título homologado de medicina» y que la movilidad laboral es «una realidad en todo el sistema sanitario». Reiteró que el Ejecutivo «hace esfuerzos para contratar a nuevos profesionales» y ofrece incentivos como contratos largos prorrogables o interinidades de entrada en especialidades sin bolsa, participación en rotaciones para poder estar en el hospital de referencia, poder hacer actividad extraordinaria y desarrollar la carrera profesional.