Con dos estrellas Michelin y más de una decena de soles de la Guía Repsol, la isla de Ibiza añade a su oferta turística una gastronomía que recorre todas las identidades de diferentes partes del mundo y que puede ser disfrutada a precios muy diversos en función de la opción elegida.

La isla ha sumado este año una nueva estrella Michelin con el galardón entregado a Óscar Molina al frente del restaurante La Gaia y que se une al reconocimiento, por segundo año consecutivo, al chef Álvaro Sanz Clavijo de Es Tragón. Además de estas dos máximas recompensas, la Guía Repsol también corona el trabajo y la calidad de otra decena de establecimientos de la isla.

El ‘flaó’ y los buñuelos no pueden faltar en la mesa. | D.I-

Dani García, al mando de Bibo Ibiza Bay, Paco Roncero con su propuesta en Sublimotion o Martín Berasategui, a través de Etxeko, son algunos de los renombrados chefs que ofrecen sus creaciones culinarias durante la temporada estival en Ibiza.

Joyas del mar y la tierra

Pero no solo se debe hablar de cocina de máxima excelencia, sino que hay que realzar la materia prima de la isla, utilizada por la mayoría de chefs que buscan en Ibiza la sede de sus fogones, que hacen del recetario una experiencia única.

El chef Óscar Molina, de La Gaia, tiene una estrella Michelin y dos soles Repsol. Luana Failla

Del mar y de la tierra, la isla puede presumir de contar con una despensa amplia y diversa con productos con identidad propia, de kilómetro cero y proximidad, que ofrecen al plato un sabor extraordinario, de máxima calidad y con excelentes texturas.

El ‘peix nostrum’, procedente del mar ibicenco, es un producto certificado por la Cofradía de Pescadores de Ibiza que consigue mantener viva la tradición de la pesca artesanal que utiliza métodos sostenibles con el medio ambiente. Esta marca garantiza una calidad y una frescura del género excepcional, que buscan los cocineros más exigentes y que tiene un gran éxito en los mercados ibicencos.

Verduras y hortalizas cultivadas en Ibiza, los sabores más auténticos de esta tierra. | ZOWY VOETEN

Roja -cabracho-, gallo de San Pedro, denton, meros o pargo son algunos de los pescados que se encuentran en las aguas pitiusas y que protagonizan los platos tradicionales y de cocina más vanguardista. Sin olvidar la sabrosa gamba roja, un auténtico manjar.

Restaurantes con vistas y localizaciones de ensueño. | D.I.

La excelencia gastronómica que ofrece el mar se une al auge y al impulso de nuevos productores de la isla que han elegido el cultivo de hortalizas y verduras de manera sostenible y respetuosa. Alimentos que conservan todos sus nutrientes y su sabor respetando el medio ambiente y apostando por una producción de kilómetro cero.

Productos que hacen que, además de cocina de vanguardia y de autor, también se fomente la conservación del recetario tradicional con platos tan característicos de esta tierra como el sofrit pagès, el bullit de peix o la salmorra, entre otros. Combinaciones de sabores auténticos de los antepasados ibicencos que, a día de hoy, siguen manteniendo la notoriedad e importancia de antaño.

Uno de los platos de Dani García para Bibo Ibiza Bay. | D.I.

Razas autóctonas

Por otro lado, hay que mencionar el trabajo desarrollado desde hace años en relación a la promoción y fomento de las razas autóctonas, que forman parte del patrimonio genético animal y constituyen, producidas en régimen extensivo, la base para el establecimiento y preservación de sistemas sostenibles de producción ganadera. De esta manera, además, se contribuye al mantenimiento de ecosistemas de gran valor paisajístico y ecológico.

A raíz de la importancia de las razas autóctonas, a finales del pasado año nació la primera cooperativa ganadera de la isla con la intención de reactivar el sector. Tal ha sido el éxito, que los integrantes de la cooperativa cuentan con un puesto en el Mercat Nou donde se comercializan productos de razas autóctonas, kilómetro 0, de ganado criado en ganaderías extensivas y carne ecológica.

Arroces y paellas, platos que nunca pasan de moda. | D.I.

El dulce

Mención especial merece la repostería ibicenca: destaca el flaó y la greixonera, dos postres tradicionales hechos a base de queso, la primera, y de ensaimadas, la segunda. Además, son muy populares las orelletes y los bunyols, que no faltan en ninguna celebración. Y todo esto aderezado con el licor por excelencia, las hierbas ibicencas, de un aroma anisado y que goza de gran popularidad entre los residentes de la isla.