Ganas e ilusión. Son las palabras más repetidas por los comerciantes de la Marina y Dalt Vila. Tras dos años de parón obligatorio por la pandemia, este jueves arranca la Ibiza Medieval. La que será la XXIII edición contará con 95 puestos de artesanía y de comida que, junto a las actividades y espectáculos organizados, atraerán a cientos de personas.
«Esperamos que tras la ‘peste’, la Ibiza Medieval llene las calles de gente», confesó ayer Miguel Ángel Guillem junto a su puesto I love Ibiza en el Mercat Vell. Siempre están preparados para los turistas, reconoció, pero «este evento es un incentivo muy importante para el barrio». Él vende artesanía local y asegura que tiene un «público muy concreto».
Los preparativos comenzaron ayer junto al parque Reina Sofía. Ha empezado la cuenta atrás para poner todo a punto de cara a una de las ferias más esperadas cada año en la isla. «Vamos a ver qué tal se nos da este año, que todo apunta a que muy bien», dijo Rosi Méndez, de la tienda Lovi Ibiza. «Tenemos muchas ganas de trabajar después de estos dos últimos años», añadió.
Méndez aseguró que la feria es un «impulso» importante para los negocios de la zona, aunque explicó que ya llevan varias semanas trabajando incluso a un rendimiento superior a los años previos a la pandemia. «Hay mucha más gente. Nosotros abrimos a principios de abril y la Semana Santa fue impresionante», reiteró. «Nos ha ido muchísimo mejor que en las mismas fechas de 2019, que es el año que tomamos como referencia», relató.
En la misma línea se mostró Carla León, del restaurante Popa, en Dalt Vila. «En Semana Santa hemos trabajado cuatro veces por encima de lo normal», sostuvo, en parte porque han cambiado la dinámica. «Antes los restaurantes, por lo general, abrían solo por la noche, pero a raíz de la pandemia empezaron a trabajar también por el día y el cambio se nota», subrayó. A esto se suma el inicio de la feria, que serán cuatro días de actividad ininterrumpida.
«Solemos abrir sobre las 11 de la mañana y cerramos a eso de las dos de la madrugada, pero todo depende de la gente», apuntó León. Y es que, según dijo, «no hay turista que venga a Ibiza y no visite el castillo. Además, quieren verlo de día, por las vistas que hay desde aquí, así que, si le añades una feria medieval, ya lo tienes todo», añadió.
Tamara Lizarte, del puesto de bocadillos del Mercat Vell, confía en que el trasiego de visitantes que han tenido desde los días festivos se mantenga con la feria. «Esto nos ayuda a remontar, que estos últimos años nos han constado mucho», indicó. «La gente tiene muchas ganas de Ibiza», dijo. Precisamente, Enzo Fago es uno de los turistas que estaba deseando volver a la isla sin restricciones sanitarias. Llegó el pasado sábado con sus dos hijos y conseguirá disfrutar del primer día de la feria. «Nos vamos el viernes ya y hoy [por ayer] hemos visto que estaban preparando cosas y hemos preguntado que qué es lo que se va a celebrar, así que apunta a que será un buen plan y diferente, además», contó mientras paseaba por la calle de las farmacias.
Cruceros
Paralelamente, siguen llegando cruceros al puerto de Ibiza que también dan un importante empujón a las ventas en la parte antigua de la ciudad. Por tanto, a la visita tradicional al castillo, los visitantes se encontrarán con un escenario ambientado en el medievo. «Llegan barcos los días 11 y 15 y luego ya tenemos llegadas todos los días hasta finales de mes», señaló León. «Les va a encantar ver esta zona así de bonita porque seguro que ni se lo esperan», añadió.
Será, sin duda, un chute de energía para recuperar el tiempo perdido y volver a disfrutar de un evento con historia en la isla.
