Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

'Anar a Maig'

Fiesta en Ibiza: Un Primer Diumenge de Maig «como los de antes»

Miles de residentes y turistas abarrotan las calles de Santa Eulària para presenciar una de las celebraciones más tradicionales de las Pitiusas, que recupera el esplendor de los tiempos precovid

50

Galería de imágenes: Anar a Maig 2022 en Santa Eulària J.A.Riera

Hace tres años que no se veía tanto ambiente en las calles de Santa Eulària el Primer Diumenge de Maig. Sin restricciones sanitarias y con ganas de fiesta acumuladas la respuesta del público fue multitudinaria. Si no fuera por la presencia de alguna mascarilla, nadie diría que llevemos dos años en pandemia.

El buen tiempo también contribuyó a que la celebración fuera un éxito. Entre los centenares de turistas que asistieron a esta fiesta de interés cultural, no podía faltar una excursión del Imserso, que visitó el Puig de Missa media hora antes de que comenzara la celebración religiosa. Pablo Melo y Susana Barbero, deslumbrados por la emprendada y el atuendo de la balladora de Es Broll Sonia Ribas, le pidieron una foto. Esta pareja de vallisoletanos, de visita por primera vez en una isla «tan verde» que les recordaba a Galicia, se mostraron gratamente sorprendidos al descubrir que su visita exprofeso a Santa Eulària coincidía con una de las celebraciones con más tradición del municipio.

Francisco Ribas Noguera y Catalina Roselló Torres, durante la misa oficiada por el obispo de Ibiza, Vicent Ribas. JA RIERA

Poco después, acompañados por voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Sant Josep y por su hija, Antonia, llegaron hasta el Puig de Missa los visitantes más esperados, Francisco Ribas Noguera y Catalina Roselló Torres, felices de poder rememorar, 72 años después, su viaje de novios, en el que atravesaron la isla con un carro tirado por una mula para llegar a Santa Eulària, coincidiendo con un Primer Diumenge de Maig. Xico de Can Gibert habló de su boda, de aquella humilde pero inolvidable luna de miel, y de «ese pícnic» que montaron aquel domingo de mayo «debajo de una higuera». «Cuando comenzamos, la vida no era nada fácil y lo hemos pasado muy mal, parece mentira que hoy estemos aquí, pero como dicen algunos ‘el amor mueve montañas’», comentó muy emocionado.

La pareja de nonagenarios, residente en Sant Jordi, recibió una bienvenida muy calurosa por parte de los allí presentes. La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, fue la primera que les saludó y les dio la enhorabuena por sus 72 años de matrimonio. Después lo hicieron el conseller balear de Movilidad y Vivienda, Josep Marí Ribas Agustinet, el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, y el obispo de Ibiza, Vicent Ribas.

Tanto el Ayuntamiento de Sant Josep como el de Santa Eulària se volcaron para que el aniversario de luna de miel de Catalina de sa Font y Xico de Can Gibert fuera especial. Con el objetivo de que pudieran seguir con la máxima comodidad la celebración religiosa, presidida por el obispo, les reservaron asientos en las primeras filas de la iglesia, que estaba abarrotada. Durante la misa cantada por el coro parroquial, los asistentes rompieron en aplausos después de que Vicent Ribas dedicara unas sentidas palabras a la pareja.

En la lista de felicitaciones, el obispo de las Pitiusas y el párroco de Santa Eulària, Marcelo Gabriel Jofré, incluyeron también, por supuesto, a todas las madres y a la colla Es Broll, que celebra su 40 aniversario. Además, ambos manifestaron su agradecimiento al sacerdote de la Iglesia ucraniana grecocatólica Dmytro Kyiashko, que participó en la ceremonia religiosa. Los aplausos se volvieron a escuchar cuando antes de finalizar la misa, intervino para agradecer a toda Ibiza la ayuda que está prestando a su país, invadido por Rusia.

El exterior de la iglesia y la plaza de Lepanto se llenaron de público con ganas de ver actuar de nuevo a los integrantes de la agrupación folclórica de Santa Eulària, que el año pasado en las Festes de Maig solo pudieron vestirse con los trajes tradicionales, pero no bailar.

«Hace dos años que no venimos, pero parece un Primer Diumenge de Maig como los de antes del covid», comentó Joan Guash Marí Botigues, que acudió a la celebración con su mujer, Josefa Ramón, y otros miembros del club de mayores de Sant Joan.

En la calle Sant Jaume, por la que primero desfilaron motos y coches antiguos y luego carros, caballos y podencos, no cabía un alfiler.

Desfile de carros en Santa Eulària. | J.A. RIERA

«Es la primera vez que participamos en esta fiesta y me hace mucha ilusión», comentó Silvia Tur, que desfiló por las calles de Santa Eulària montada en un precioso Irish Cob blanco llamado Amour y acompañada por su amiga Cristina Olivencia y su yegua Gitana. Al evento asistieron también, con caballos de raza menorquina y española, Vicent, propietario de la cuadra Es Boixets de Formentera, y tres de sus alumnas de equitación, Lúa, Nura y Emily.

No faltaron a a la cita habituales como Pere Ferrer Escandell, que acudió con su carro y su yegua Eima. «Soy el único que queda de los que empezamos con esta tradición en 1978», explicó. Muy cerca, llevando cada uno un carro, estaban su hermano, Joan, y su sobrino, Juanito d’en Pere. Tanit Escandell, de Sant Llorenç, conduciendo un pequeño carruaje arrastrado por su poni Snoopy, cerró el tradicional desfile.

En la plaza de España el ball pagès volvió a ser protagonista mientras Cas Musicaires Swing Band se preparaba en el escenario para inaugurar la segunda jornada de conciertos de ‘I love you too maig’. «Teniendo en cuenta que el festival coincide con los openings de las discotecas, la verdad es que la participación está siendo increíble», valoró satisfecho uno de sus organizadores, Felipe Ruiz.

También se mostró muy contenta con la respuesta del público la responsable de la exposición de plantas y flores del Palacio de Congresos. «De las diez de la mañana a las dos de la tarde han pasado por aquí 420 personas», aseguró Isabel García Marí, que, además, es miembro del coro parroquial y pocas horas antes había estado cantando en la misa solemne en la iglesia del Puig de Missa. «Da gusto ver el pueblo tan animado», comentó antes de mostrar algunos de los 106 ramos de flores, centros y plantas de particulares que esta edición han participado en el concurso. A pesar de ser ya la hora de comer y de que los eventos principales estaban en el centro del pueblo, en ese momento todavía había bastante gente en el Palacio de Congresos paseándose entre rosas, bonsáis y cactus.

Compartir el artículo

stats