El papel del trabajador social en oncología es fundamental, ya que su trabajo abarca desde problemas prácticos que surgen en el día a día con el tratamiento del paciente hasta problemas financieros y emocionales. Además, son ellos quienes facilitan grupos de apoyo y actividades para pacientes, familias y cuidadores. Nadia Ballester (Valencia, 1984) se ha incorporado recientemente a la plantilla de Apaac. Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Valencia, a los 21 años se dio cuenta de que su vocación era apoyar a las personas en el ejercicio de sus derechos.

¿Hasta qué punto ser trabajadora social es una profesión vocacional?

Desde mi punto de vista, tanto Trabajo Social como otras profesiones del ámbito social, no pueden no ser vocacionales. A mí me apasiona mi trabajo, el contacto directo con las personas, acompañar en la búsqueda de soluciones, crear caminos hacia el empoderamiento y redes sociales de apoyo. Además, es una profesión de aprendizaje continuo, todo cambia constantemente y, por ello, debemos adaptarnos a esta constante.

Se puede decir, entonces, que la palabra ‘empatizar’ juega un papel clave en el desarrollo de la profesión…

Es el punto más importante. Cada ser humano viene con una historia y cada historia está llena de experiencias propias. El punto de partida es la persona a la que estamos apoyando.

¿Qué importancia tiene la figura del trabajador social en el ámbito oncológico?

Es una figura imprescindible en el acompañamiento del paciente y de la familia. Trabajamos para facilitar la calidad de vida de las personas que están atravesando el proceso de la enfermedad; también de la familia. Por ello, su papel es esencial junto con el trabajo conjunto con la figura de la psicóloga.

¿Cómo ayudan a pacientes y familiares?

Lo hacemos en coordinación con el equipo médico del Hospital Can Misses y ponemos a disposición de los pacientes una red de apoyo y atención social orientada a la coordinación de recursos sociales, así como orientación, tramitación de ayudas económicas de emergencia, préstamo de material ortoprotésico, sesiones de oncoestética y una oferta de talleres ocupacionales. El objetivo es dignificar a las personas que se encuentran en un proceso vulnerable.

¿Cuál es su metodología de trabajo?

Me oriento por el trabajo centrado en la persona. Trato de realizar una indagación con el objetivo de contar con la máxima información acerca de la persona para poder detectar los puntos fuertes y débiles y, desde ahí, ayudarla a encontrar nuevos caminos. Al hacer el diagnóstico y encontrar las posibles necesidades y/o problemáticas, me gusta trazar un plan de intervención con la persona, apoyando y ofreciendo herramientas, siempre desde el lugar donde la persona pueda hacerlos suyos. Trato de tener una mirada de 360º y también ir detectando necesidades a un nivel más amplio, a nivel social y comunitario.

¿Qué tipo de necesidades son las que más detecta?

Llevo solo unas semanas en el equipo con necesidad de contención, ya que atraviesan procesos donde se encuentran solos y necesitan de vínculos y de una red social. Aquí me gustaría mucho nombrar y agradecer la labor de los voluntarios, tanto hospitalarios como domiciliarios. La necesidad económica y la incapacidad para solicitar ayudas de forma sencilla (específicas para esta situación sobrevenida en la que se encuentran) o encontrar apoyos en los domicilios para las actividades básicas diarias, son grandes problemas. También he visto que muchos pacientes requieren de ayudas técnicas o adaptación del domicilio tras la hospitalización.

En Apaac todos los servicios que se ofrecen son gratuitos, en parte, por las subvenciones que se reciben de las diferentes administraciones. ¿Hace falta más? Porque es cierto que desde la asociación también ayudan de forma puntual económicamente a algún usuario.

Sí, hay muchas personas que se ven en una situación de incapacidad para desarrollar un trabajo remunerado, por la enfermedad y por el tratamiento que están recibiendo. Solicitar las ayudas se convierte en algo complejo y lento (solicitar cita con la Seguridad Social es todo un desafío). Muchas personas en la isla solamente han tenido trabajos temporales y de época estival, pagan alquileres muy elevados y no disponen de apoyos o red social. Todos estos factores hacen que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica. Hace falta más, sí. Desde la asociación se dan ayudas de emergencia a pacientes que lo necesitan.

¿Qué es lo más difícil de su trabajo? ¿Y lo mejor?

Personalmente me cuesta mucho desconectar, estoy aprendiendo. Difícil es actualmente la digitalización de muchos trámites burocráticos y el gran volumen de trabajo de la Administración pública. Esto hace que sean muy lentos aquellos procesos que son urgentes para los pacientes. Lo mejor son muchas cosas. Podría decir, por ejemplo, cuando las personas te agradecen la presencia y el apoyo, cuando ves que han logrado sus objetivos y su bienestar físico y emocional están equilibrados.