Muchos bañistas se han sorprendido este fin de semana por la gran cantidad de medusas velero (Velella velella), también conocidas como barquetes de Sant Pere, que han llegado a las playas de Ibiza, entre otras a Cala Salada, Port des Torrent o Platges de Comte. Se trata de un hidrozoo común en las costas pitiusas, de color azul, que desprende un intenso olor a podrido.

El cambio de estación provoca en las playas pitiusas auténticas oleadas de varamientos de medusas que llegan a miles a la costa arrastradas por las corrientes y mueren sobre la arena, creando alfombras de gelatina.

No es un fenómeno inusual, y es frecuente en los meses de abril y mayo y tras los temporales. Esta variedad de medusa es de las menos peligrosas y su presencia es común en esta época del año, pero no en verano. 

¿Qué es la medusa velero?

La medusa velero (Velella velella) es una especie pelágica de superficie muy apreciada por las tortugas marinas. De hecho, al sur de Formentera, las grandes concentraciones de 'Velella velella' en altamar, propiciadas por los giros ciclónicos de aguas superficiales, congrega cada año en la zona a muchas tortugas bobas (Caretta caretta), sobre todo juveniles, tal y como informa Cristin Amanda Tur en un artículo publicado en el Dominical de Diario de Ibiza.

Medusas velero en una playa de Ibiza

Medusas velero en una playa de Ibiza LAURA PRATS

La barqueta de Sant Pere no es una medusa, sino una colonia de hidrozoos flotante, un sifonóforo, que se caracteriza por la cresta triangular que, como una vela, permite que el viento la propulse por la superficie del agua. Y aunque es parte de un hábitat en el que ya predomina el azul, su base destaca por un tono muy intenso, un azul lapislázuli, sobre todo al quedar los individuos varados sobre la arena clara. Es en esa base, una especie de flotador con cámaras de aire concéntricas, donde se encuentra la colonia. Puede alcanzar un tamaño de unos ocho centímetros, aunque, por regla general, los ejemplares suelen ser algo más pequeños. En Cataluña y zonas de habla catalana, como última curiosidad, se conoce a este animal como barqueta de Sant Pere por la unión del aspecto del sifonóforo y la relación de San Pedro, el pescador, con el mar. Este nexo explica también el nombre común del pez Zeus faber, el conocido gall de Sant Pere.

Es una de las pocas especies que viven sobre la superficie marítima, a diferencia del resto de medusas que suelen poblar al menos profundidades mayores. Tiene cierta similitud en su morfología con la Carabela Portuguesa, aunque posee un tamaño mucho menor y su veneno es inofensivo para los humanos.