Cinco meses han pasado desde que parte del muro del paseo de Platja d’en Bossa se hundiera sobre la arena de la playa. Y así, hundido y vallado para evitar alguna desgracia, se lo han encontrado los primeros turistas de la temporada. Durante el fin de semana decenas de ellos se han topado con tan poco bucólica estampa en sus paseos junto al mar.
A mediados de noviembre, los vecinos alertaron de que parte del firme se había hundido, algo que algunos ya temían que pasara, puesto que horas antes se había desprendido uno de los listones de madera de la barandilla y varias semanas atrás se habían desplomado los dos últimos peldaños de la escalera que, en el tramo ubicado a la altura de la calle D’en Bossa, une el paseo con la arena de la playa.
En un primer momento, y tras la denuncia de los vecinos, la Policía Local colocó unas vallas y una cinta para alertar del peligro. Dos meses y medio más tarde, dado el riesgo que suponían los socavones, se valló la zona de forma más permanente, con unas vallas metálicas incrustadas en el firme del paseo y con unas luces para señalizar la zona por la noche.
Obras tras la Semana Santa
El Ayuntamiento de Ibiza aseguró ayer que las obras empezarán en breve. La previsión es, de hecho, que los trabajos se inicien dentro de diez días, es decir, una vez finalizada la Semana Santa. Desde el Consistorio recordaron que el paseo de Platja d’en Bossa se encuentra en una zona perteneciente a la Demarcación de Costas, por lo que no ha podido hacerse cargo de la obra hasta que ésta le ha dado permiso. «Se solicitó permiso para poder ejecutarla de forma urgente», indicaron antes de detallar que mientras esperaban la respuesta de Costas, se redactó el proyecto y se pidió presupuesto «a tres empresas».
La obra, presupuestada en algo menos de 50.000 euros (un total de 47.204,54), se ha adjudicado finalmente a la empresa Hermanos Parot. «Se iniciará en el momento en el que acabe la tramitación administrativa, que se está finalizando en estos momentos», indicó el Ayuntamiento. Precisamente ayer por la mañana se firmó «el plan de seguridad y salud», continuó una portavoz del Consistorio.
Desde el Ayuntamiento detallaron que, aunque la zona afectada mide unos 16 metros, la reaparación prevé reformar un tramo de algo más de 29 metros del paseo. Ésta se ejecutará en cuatro partes: «Primero se desmontará y demolerá el tramo derruido y se retirará la barandilla de madera». Después, se levantará un nuevo muro «de hormigón armado con drenajes para, posteriormente, instalar la piedra del revestimiento ya existente, con el objetivo de mantener una continuidad con la imagen del muro ya existente». Una vez acabados estos trabajos, se impermeabilizará el tramo levantado «y la obra finalizará con la reposición del pavimento al nivel del paseo, así como de la barandilla y otros elementos que haya sido necesario retirar por la ejecución de la obra». En un principio, según el proyecto, el plazo de ejecución de la obra es de un mes. Es decir, que de cumplirse la previsión el paseo podría estar reaparado a finales de mayo.
