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Entrevista Juanma Costa Presidente de la Asociación hotelera de Formentera

Juanma Costa: «Aunque tengamos una buena temporada la cuenta de resultados puede no serlo»

«Cuando se hicieron las normas subsidiarias de Formentera y los Planes de Ordenación de la Oferta Turística había zonas claramente destinadas a uso turístico y el resto eran zonas residenciales. Esto ha desaparecido, ahora hemos convertido toda la isla en zona turística»

Juanma Costa, en su despacho de trabajo en es Pujols. | C.C.

El sector hotelero de Formentera se muestra optimista ante la nueva temporada turística. El presidente de la patronal insular, Juanma Costa, asegura que los datos de ventas que manejan son mejores que los de 2019. También analiza el problema de encontrar personal cualificado debido a la falta de vivienda y asegura que Formentera «puede tener precios elevados pero no es cara».

Juanma Costa, presidente de los hoteleros de Formentera. | C.C.

Todo indica que para esta temporada la ocupación hotelera será buena en Formentera. ¿Qué datos maneja?

Los datos que manejan los asociados y los directivos de la junta de la Asociación Hotelera de Formentera son de ventas, que en estos momentos van muy bien. Diría incluso que ligeramente superior a 2019 y, si seguimos este ritmo, se prevé que sea una temporada buena. Debemos ser prudentes por lo que está aconteciendo y todo lo que puede llegar a venir. Otra cosa serán los resultados a final de año, porque aunque podamos tener una buena temporada quizá los resultados económicos vayan a tener una caída, posiblemente importante, tanto por la crisis energética como por la de suministros y también por los problemas de personal que puede hacer que tengamos una buena temporada pero que los resultados no sean comparables a los de 2019.

¿Cuál es el perfil del turista que nos visita, lo digo porque no todo el mundo puede pagarse unas vacaciones en la isla?

Hay un cambio generalizado que vamos viendo en los últimos años, es lógico. Un destino privilegiado como Formentera, a la vez cercano a toda Europa, es normal que si lo mantenemos en buenas condiciones paisajísticas y medioambientales se convierta en un referente importante a la hora de escoger las vacaciones. Esto ha hecho que, aunque los precios vayan subiendo, la oferta de restauración se está renovando a productos de mayor calidad y también el alojamiento, eso es porque también hay una demanda. Esto hace que últimamente tengamos un turismo de mayor calidad. Ha entrado también el mercado español, que es un turista muy bueno, que gasta mucho dinero. La tendencia de los últimos años es que viene más gente pero con menos días de estancia. Esto provoca que el gasto que hacen en la isla sea muy superior y repercute en que la actividad extrahotelera tenga mucho movimiento.

¿Se adelanta la temporada a la Semana Santa?

Hay gente que se está animando a abrir, pero el grueso de todo empezará en mayo. Es cierto que este año mucha gente va a abrir en esta Semana Santa, además la gente tiene ganas de viajar, a ver qué tiempo hace.

¿Antes lo ha apuntado, pero a qué dificultades se enfrenta el sector esta temporada?

Lo primero es lo que sufre todo el mundo en sus casas, la crisis energética, y esto va a provocar subidas importantes del precio de la energía y del gasoil que usan muchos hoteles para el agua. Luego están los suministros, cuidado porque puede ser más grave. Es verdad que hemos tenido una huelga de transporte que no nos tiene que afectar más allá de que abramos puertas en mayo. Con el covid y la guerra en Ucrania se ha mezclado todo y ha provocado que falten algunos productos.

¿Qué productos?

Por poner un ejemplo, y esto es derivado de la huelga de transporte. Hay gente que está esperando a pintar, nosotros mismos, hemos pedido la pintura y no sabemos dónde está, tampoco sabemos dónde está el producto que usamos para tapar grietas de las fachadas. Cosas tan simples como el cloro, sino llega cloro para las piscinas no se podrán utilizar. Son ejemplos que estoy magnificando pero estas pequeñas cosas pueden provocar inconvenientes. Además todos los materiales para las reformas están subiendo. El precio del hierro se ha multiplicado por dos, la madera ha subido el 50%, el hormigón, etc... El precio de la construcción está subiendo mucho y afecta a los establecimientos que quieren renovar sus instalaciones.

Un problema que se repite es encontrar personal cualificado, acorde al servicio. ¿Qué ocurre con el personal, condiciona la falta de vivienda?

Primero, hay falta de personal para el sector turístico no solo en Balears, sino en toda España. No sé si ha venido motivado por la pandemia o no, pero antes había una mayor demanda. Esto provoca que todos compitamos contra todos, en este tema ya no solo en Formentera, ni Balears, en todas partes. Formentera está compitiendo con Madrid, con Andalucía y con otros destinos para conseguir el mejor personal. Luego en la isla se está agraviando mucho el tema de la vivienda para alojar al personal. Un trabajador ya no puede venir por sí solo y alquilar un apartamento, ya que al precio al que están se lleva su salario mensual. Ahora los empresarios intentamos y ofrecemos vivienda al trabajador, pero nosotros tampoco encontramos vivienda para alquilar y si la encontramos es a un precio desorbitado. Es que no hay vivienda y de hecho hay gente que está buscando como loca, no solo hoteles sino también para restaurantes, en fin, para cualquier servicio.

¿No se ha perdido el norte en esto y se han olvidado de que sin vivienda no hay trabajadores?

Este es el problema principal. Siempre defendí que cuando se hicieron las primeras normas subsidiarias o los Planes de Ordenación de la Oferta Turística, en aquellos momentos, se establecieran unas zonas turísticas en donde se delimitara su capacidad con sus servicios y se proponían zonas residenciales, no turísticas, con toda una serie de servicios para los residentes. Luego estaban las zonas comerciales y demás. Todo estaba estructurado y los planes urbanísticos se hacían conforme a estos criterios. Esto en Formentera ahora se ha roto, los establecimientos hoteleros se hacían en es Pujols, en es Ca Marí, en la zona de Maryland, es decir que había zonas claramente destinadas a uso turístico, el resto eran zonas residenciales. Esto ha desaparecido, ahora lo hemos convertido todo en zona turística. Es cierto que en los núcleos históricos [Sant Francesc, Sant Ferran y el Pilar de la Mola] no se permite el uso turístico, solo el residencial, pero se tiene que cumplir. Así y con todo quedan muchos otros sitios que se han reconvertido.

También se ha incorporado al mercado turístico la oferta de las estancias turísticas, las casas o pisos de alquiler.

En esto siempre ha habido consenso y unanimidad en Formentera. Es un modelo muy importante y muy favorable para la isla. Se trata de un cliente muy familiar, de calidad, y que beneficia a muchas familias locales a las que se permite alquilar sus viviendas con una serie de condiciones, pero de esto a convertirnos, toda la isla, en un Airbnb hay una diferencia y creo que no es el camino por el que hemos de ir.

¿Sí, pero en la actualidad cómo solucionan el problema?

Algunos establecimientos tenemos cierta capacidad de alojamiento para los trabajadores y esto viene de lejos. Pero el aumento de la calidad y las reformas implican más personal que no somos capaces de asumir y vamos rascando fuera de casa. Además, el sector de la restauración está dando mucho trabajo, es increíble cómo crece. Necesitamos sentarnos todos seriamente para establecer normas claras y buscar soluciones a este problema, también el propio residente que no tiene vivienda en propiedad.

¿Qué opina de la nueva Ley Turística balear?

Los objetivos finales de esa Ley son indiscutibles respecto a la protección del medio ambiente, de circularidad, de mejora de las condiciones laborales de los trabajadores... Todas estas medidas son necesarias e imprescindibles y muchos establecimientos ya las estaban aplicando. Ahora, lo que no se puede hacer es una Ley de este calado sin el consenso del sector, de forma rápida y sin consenso. Las formas y los tiempos no han sido los correctos y pienso que se habría podido hacer mucho mejor. Respecto a Formentera, el techo de plazas estaba consensuado, pero ahora nos aplican la ley para todos cuando ya teníamos el trabajo hecho.

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