El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ibiza presentará en el pleno ordinario que se celebrará el próximo lunes la nueva contrata de regulación del aparcamiento, que duplica el número de plazas controladas, incrementa los precios por hora, incluye como novedad la zona verde, distribuye la ciudad en tres zonas (A, B y C), cobra 2,5 euros la hora por estacionar de noche (de 22 a 6 horas) en el área del paseo marítimo durante la temporada alta, y prevé recaudar un 76% más que actualmente.
El concejal de Movilidad, Aitor Morrás, explicó ayer en rueda de prensa que una vez sea aprobada por el pleno y tras modificar la ordenanza municipal que atañe a las tasas de este ámbito, se licitará la contrata, cuyos pliegos «están muy avanzados». Confía, en ese sentido, en que se licite aproximadamente en octubre y que la empresa que deba hacerse cargo del control del aparcamiento durante los próximos ocho años empiece a operar desde «principios de 2023».
Morrás calcula que la recaudación anual total rondará los cinco millones de euros, de los que dos millones irán a parar a la contrata como coste de explotación y el resto, tres millones, a las arcas municipales, una cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta que actualmente recauda «en torno a 1,7 millones de euros». Es decir, Vila recibirá un 76% más anualmente por este concepto.
De 3.030 a 5.894 plazas
Ese incremento de la recaudación se debe, en buena parte, a que se duplican las plazas de estacionamiento regulado, que pasan de las 3.030 actuales a unas 5.894. Morrás estima que hay un total de 10.000 plazas en el municipio.
Otra de las novedades es la creación de tres zonas. La A engloba ses Figueretes (y su ampliación), el Eixample, sa Colomina (y ampliación), la Marina y es Mercat Nou, entre otras. La B, Vara de Rey y es Pratet. Y la C, el paseo marítimo, es decir, todo el entorno de las avenidas Joan Carles I y Vuit d’Agost.
3.659 plazas serán verdes; de la B (405), lo serán 263, y de la C (610 plazas), 305. En total, Vila tendrá 4.228 estacionamientos verdes (el 71,7% del total) y 1.666 azules
Una vez se licite, a las zonas azules (donde podrá aparcar cualquiera por un máximo de cuatro horas) se sumarán las verdes (máximo tiempo, dos horas, después del cual habrá que cambiar de sector), que son aquellas destinadas, preferentemente, a los residentes. Las verdes supondrán el 75% de las plazas de la zona A, el 65% de la zona B y el 50% de la zona C. Dado que la zona A tiene un total de 4.879 plazas, 3.659 serán verdes; de la B (405), lo serán 263, y de la C (610 plazas), 305. En total, Vila tendrá 4.228 estacionamientos verdes (el 71,7% del total) y 1.666 azules, en este último caso, algo más de la mitad de los que tenía hasta ahora.
La zona C sólo se activará en temporada alta (del 1 de junio al 30 de septiembre) e incluye tanto horario diurno (de 9 a 22 horas) como nocturno (de 22 a 6 horas). En A y B, el horario será de 9 a 14 horas y de 17 a 20 horas en temporada baja (sábados, de 9 a 14 horas), y de 9 a 22 horas de lunes a domingos en temporada alta.
Otro cambio: según Morrás, se reducen los precios para los residentes un 50%. Abonarán 50 euros anuales en su sector de las zonas A y B, y 17 euros anuales en la C. Hay más tarifas: si el residente no quiere el abono anual sino uno por día, pagara 0,60 euros por jornada en su sector. Y en el resto de sectores, un euro por hora en zona azul y 1,25 euros por hora en zona verde.
El Consistorio quiso crear una tasa distinta para los residentes del resto de la isla, pero legalmente era inviable (tal como ocurrió con la ecotasa), pues discriminaría, por ejemplo, a los turistas. Así, cualquier no residente pagará un euro por hora en temporada baja en la zona azul del área A, y 1,25 euros en la de la zona B. Y en temporada alta, 1,25 euros en la A y 1,50 euros en las B y C. Pero en esta última, cada hora costará dos euros en horario nocturno.
Los precios se incrementan sustancialmente si se estaciona en zona verde: en temporada baja, 1,25 euros en zona A y 1,56 euros en zona B; en temporada alta, 1,56 euros en la A, 1,88 euros en la B y C (de día), y 2,50 euros en la C nocturna.
Controles contra los abusos
La contrata prevé incluso el control de los aparcamientos disuasorios, de manera que los vehículos no ocupen plazas durante meses (sólo se permitirá, a lo sumo, unos días), algo que sólo se permitirá a aquellos que vivan en zonas reguladas pero renuncien a aparcar en el interior de la ciudad. De igual manera, quienes tengan un vehículo eléctrico tampoco podrán dejarlo recargando toda una mañana en esa plaza: sólo dispondrán de un par de horas para rellenar la batería. La empresa contratada también vigilará que no se usen los vados de carga y descarga como aparcamiento de camiones o furgonetas, así como que haya más rotación en las plazas de movilidad reducida, donde han detectado algunos casos de uso «abusivo».
La empresa contratada también vigilará que no se usen los vados de carga y descarga como aparcamiento de camiones o furgonetas, así como que haya más rotación en las plazas de movilidad reducida, donde han detectado algunos casos de uso «abusivo»
Se instalarán paneles informativos de ocupación de plazas y varios vehículos eléctricos controlarán los aparcamientos con sistemas de lectura de matrículas.
