Manualidades, pintacaras, magia, mercadillo, barbacoa, deporte, espectáculos y una enorme paella. Son sólo algunas de las actividades que acogió ayer el Club de Campo dentro de la jornada solidaria a beneficio de la Fundación Conciencia que presta servicio y ayuda a los niños que han sufrido abusos. «Ha venido muchísima gente», comenta Marisina Marí, presidenta de la organización, a media tarde. Aún desconoce el dinero que se ha recaudado, pero está visiblemente contenta.
«Las actividades infantiles son las que más éxito han tenido», apunta Marí. «Al estar en un entorno cerrado y protegido de la piscina las familias han podido dejarlos aquí y disfrutar», apunta Catiana Fuster sobre los talleres de flores, abanicos, jardinería y los espectáculos de la zona infantil y mientras suena, de fondo, la música de una de las actuaciones. «La paella siempre triunfa», comenta la presidenta de Fundación Conciencia, en referencia a la comida solidaria, en la que también se ofrecieron hamburguesas y perritos.
Además, durante la jornada hubo varias actividades deportivas, impartidas por un profesor de Educación física.