El próximo lunes, con la retirada de los vehículos estacionados desde el cruce de Ignasi Wallis hasta la plaza de Enrique Fajarnés, que desaparece, se inicia una de las obras más ambiciosas del Ayuntamiento de Ibiza: la reforma de la avenida de Isidor Macabich. Sus 900 metros de longitud cambiarán completamente después del año que, aproximadamente, calcula el Ayuntamiento que durarán los trabajos.

Dos reproducciones virtuales de la avenida ya reformada. | AE

Este proyecto tiene un coste de 4,5 millones (se licitó por dos millones más) y se ejecutará «de una vez», para lo que habrá «tres equipos de trabajo» que deberán llevar a cabo las tres fases en las que se ha dividido.

La reforma de Isidor Macabich se inicia con la mejora de la red de saneamiento

La primera se centrará en la renovación de las canalizaciones de la red de saneamiento y pluviales (se separan y se instala una nueva para el suministro de agua) y de los sistemas de luz y telefonía.

En la segunda etapa de los trabajos está programada la instalación del nuevo sistema de iluminación de la avenida. Vila destaca que se ha llevado a cabo un estudio «para analizar las peticiones de los comerciantes y vecinos» y que se han previsto «190 luminarias de tipo LED, en dos tipos de postes». «También habrá iluminación ornamental en las calles y bancos de las plazas y se dejarán las conexiones para las necesidades lumínicas navideñas», añaden desde el equipo de gobierno.

En la fase final de las obras se construirán las aceras y se instalará el mobiliario.

Adiós a la fuente

Uno de los detalles más destacados de la reforma es la desaparición de la fuente de la plaza de Enrique Fajarnés, donde se construirán «zonas de descanso para los peatones», y la peatonalización de la calle Arzobispo Cardona Riera, «desde Vicente Serra hasta Isidor Macabich, lo que significan 850 metros cuadrados para los peatones», apunta Vila.

Otro detalle importante es la eliminación de los árboles para plantar otros; «habrá más ejemplares que ahora», matizan desde el Consistorio. Muchos de los actuales («son chopos característicos de zonas de riberas y húmedas») están «en mal estado» o presentan un «peligro» para la circulación y los peatones. El Consistorio indica que se sustituirán «por otras especies de una altura más baja, sin frutos, que darán sombra y que no romperán las canalizaciones soterradas», como sucede ahora.

Las concejalas de Vías Públicas y Turismo y Comercio, Elena López y Desireé Mostazo, se volvieron a reunir ayer con comerciantes de la avenida.

Desde el Consistorio detallaron que se les explicaron detalles sobre todo «técnicos y de organización de la obra, como que la avenida no se cierra al tráfico (se mantiene abierto un carril) y que se mantienen dos metros en las aceras» para los peatones mientras duren los trabajos.