La Policía Local de Sant Josep, en una operación conjunta con la Guardia Civil, ha abierto expediente a una discoteca en Cala de Bou en el que detectó en la madrugada de ayer "numerosas infracciones y deficiencias" que podrían suponer su clausura, además de las posibles sanciones económicas a la propiedad que se deriven de la instrucción administrativa, según ha explicado el Ayuntamiento de Sant Josep. El despliegue policial comenzó la noche del sábado y concluyó a las cuatro de la madrugada.

Los agentes pudieron constatar la venta de alcohol a menores de 16 años, así como la presencia de más de 130 menores de edad en el interior del local. También detectaron otras incidencias en materia de seguridad, como una salida de emergencia bloqueada o "un exceso de aforo sobrepasado", según ha informado la Policía Local de San Josep.

Los agentes de la Unidad de Menores presentes en el local de ocio nocturno identificaron a estos más de 130 menores que se encontraban el interior del establecimiento.

La operación se inició a raíz del aumento de las denuncias vecinales recibidas en el Ayuntamiento de Sant Josep por la realización de botellones y la presencia de menores de edad en el interior y los alrededores de este establecimiento expedientado, en el cual se han confirmado "varias irregularidades".

Una de las salidas de emergencia del local estaba bloqueada y no había extintores ni cartelería informativa

Según ha informado el Consistorio de Sant Josep, en el operativo han participado agentes de la Policía Local de Sant Josep, de la Guardia Civil y miembros de Protección Civil de Sant Josep.

Debido a la elevada afluencia de personas en este establecimiento, se consideró necesario la movilización de un dispositivo que ha contado con 18 agentes para garantizar la seguridad ciudadana durante el control de la actividad, en el que ha intervenido también la Unidad de Menores del cuerpo municipal ante la previsión que sería necesaria su presencia.

Más menores que adultos

El Ayuntamiento ha destacado "la presencia de muchos menores en el interior de la sala, que era superior a la de personas adultas". De hecho, "la aglomeración total de gente casi duplicaba la capacidad del local", han asegurado fuentes municipales.

Además de confirmar que se había permitido la entrada de menores de 16 años a la sala, los policías pudieron comprobar la venta y consumo de bebidas alcohólicas a los menores de edad, a los que también se intervinieron numerosos paquetes de tabaco en los cacheos realizados tanto a los que estaban dentro como fuera del establecimiento.

En cuanto al local, los agentes comprobaron que se había manipulado el limitador de sonido, hecho por el cual el equipo de música ha sido precintado. El personal de control de acceso no disponía de la acreditación profesional correspondiente y se detectaron personas realizando distintas funciones sin disponer de un contrato laboral.

El limitador de sonido estaba manipulado y personal de control del local no disponía de la acreditación obligatoria

Las deficiencias se extienden también al material de seguridad obligatorio, con el bloqueo de la salida de emergencia, la ausencia de extintores y la carencia de cartelería informativa.

Asimismo, se ha constatado que el cierre de la terraza del local se había hecho sin tramitar la licencia necesaria. En el interior del establecimiento se detectó también un incumplimiento general de la obligación de llevar mascarilla y el dispositivo para medir la calidad del aire estaba apagado.

Una vez completada la inspección, los agentes procedieron a patrullar por los alrededores para evitar la concentración de personas en la zona para realizar botellones o alterar el descanso de los vecinos sin que se produjeran incidencias destacables.