La afectación de la xylella entre la vegetación silvestre de Balears también ha sido objeto de investigación en el marco del proyecto presentado esta semana en Inca (Mallorca). Y las conclusiones no son optimistas después de haberse constatado que la bacteria se ha extendido también entre las plantas silvestres, algunas de ellas autóctonas, que son habituales tanto en los jardines particulares como en los públicos. Un ejemplo «preocupante» es el de la manzanilla, pero la xylella también afecta al romero, la genista o la estepa blanca, plantas típicas del Mediterráneo.

El botánico Juan Rita, de la UIB, encargado de presentar las principales conclusiones del estudio sobre la afectación de la bacteria entre la vegetación silvestre de las islas, explicó que se han localizado hasta 24 especies silvestres sensibles a la xylella. Hasta la fecha, no se sabía que diez de estas plantas podían ser atacadas. De las 1.851 muestras practicadas sobre un total de 147 especies, un 10% resultaron estar afectadas por la enfermedad, la mayoría de ellas pertenecientes a arbustos mediterráneos.

Imágenes aéreas para detectar cultivos afectados

Una de las ponencias que formaron parte de la jornada celebrada en Inca explicó el funcionamiento de un nuevo sistema para detectar la presencia de cultivos de almendros afectados por la bacteria de la xylella. En este sentido, el doctor Juan Antonio Navas (IAS-CSIC) detalló que la detección de la incidencia de la bacteria mediante el uso de imágenes aéreas ofrece un elevado porcentaje de fiabilidad. «La correspondencia entre la presencia de síntomas visuales y la infección por xylella fastidiosa alcanza una precisión global superior al noventa por ciento», explicó el científico encargado de llevar a cabo esta investigación. 

Rita apuntó que, a pesar de que estas especies no son productivas, el hecho de que sean sensibles a la bacteria «puede suponer un riesgo para la conservación de las especies endémicas, ya que son un reservorio de la bacteria y por ello es necesario conocer su impacto». Plantas tan populares y extendidas en las islas como el romero, la estepa blanca o la genista son sensibles a la xylella, ya que parte de las muestras realizadas sobre estas especies han resultado positivas. Los principales síntomas son la necrosis o la presencia de ramas secas. En el caso de la genista, la bacteria se ha detectado en algunas poblaciones endémicas.

El caso de la incidencia sobre la manzanilla (la popular camamil·la) es «el que más preocupa» a la comunidad científica, según Rita, debido a la elevada incidencia que presenta «no solo en zonas ajardinadas, sino también en el medio natural». El científico añadió que esta planta «debe seguirse a fondo para ver si hay que llevar a cabo alguna actuación de conservación». La presencia de la xylella se hace visible en forma de ramas secas, hasta que al final la planta llega a morir.

«Tal vez hagamos algo mal»

En este sentido, Rita lanzó una «reflexión» sobre la idoneidad de sembrar estas plantas mediterráneas en jardines públicos o en rotondas de las islas porque podrían contribuir a la expansión de la bacteria. «Tal vez hagamos algo mal», apuntó.

En referencia a las plantas arbóreas, las especies que también son sensibles a la bacteria son el ullastre, que «presenta mucha afectación», con un 32% de muestras positivas, o el fleix, con un 37% de incidencia y un diagnóstico muy pesimista, ya que la mayoría de ellos acaban muriendo por la incidencia de la xylella. En el caso de los ullastres se ha constatado que la afectación es mayor si los árboles están en contacto con otros cultivos, mientras que las masas más densas resisten en mayor medida.

Por contra, el científico aportó un dato positivo: hasta la fecha no se ha constatado ningún caso de xylella entre las encinas. «Es una buena noticia, es cierto que la bacteria puede estar presente en estos árboles, pero no provoca daños graves», concluyó.