Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Apicultura

«El apicultor adquiere un compromiso moral con sus abejas, las tiene que cuidar»

Antonio Gómez Pajuelo ofrecerá un curso en Ibiza sobre ‘Iniciación en la apicultura’ en el que advertirá del peligro de informarse a través de Internet, «donde cualquiera puede colgar lo que le parezca»

Antonio Gómez vestido de apicultor durante un curso. | A.G.P.

Javier Pablos, excoordinador de la conselleria de Agricultura, recuerda que «quienes más empeño pusieron» en la creación de la Associació d’Apicultors de las Pitiüses hace tres décadas fueron José Marí Juan, Pep Casetes, Toni Marí Guasch (su primer presidente) y Vicente Noguera, de Cafés Ibiza. Pero también cita a Antonio Gómez Pajuelo, por aquella época profesor del Servicio de Investigación Agraria de Cataluña. Gómez impartió entonces numerosos cursos, pero finalmente fue ‘apartado’ por los apicultores porque sostenía que la campaña contra la procesionaria a base de Bacillus thuringiensis no diezmaba las colmenas: «Hicimos -rememora Gómez- un ensayo de campo. Los resultados no gustaron a los apicultores. Ellos esperaban otra cosa».

Que se demostrara que esa bacteria sí afectaba a las abejas.

Claro. Ellos pensaban que la Administración debía compensarles por las pérdidas. Pero esas pérdidas no eran achacables al Bacillus thuringiensis, según el ensayo, que se hizo en Eivissa en tres colmenares. Uno estaba en plena zona de tratamiento. Otro en la linde de esa zona, y otro estaba fuera. Estudiamos el estado inicial de los colmenares antes del tratamiento y después. Los problemas que se encontraron en las colmenas no tenían relación con que estuvieran dentro, en la linde o fuera de la zona de tratamiento. Se trataba de establecer si había un gradiente de daños por el tratamiento. Y no lo había. Los daños eran achacables, sobre todo, a hambre por mala floración y a otra serie de factores.

Siempre se busca el enemigo externo. Uno no quiere ser el responsable de lo que ha pasado. El problema era, claramente, de falta de comida por la sequía y de enfermedades, falta de profilaxis

decoration

Y pese a las explicaciones científicas, ni caso. Y le ‘apartan’.

Siempre se busca el enemigo externo. Uno no quiere ser el responsable de lo que ha pasado. El problema era, claramente, de falta de comida por la sequía y de enfermedades, falta de profilaxis. No les gustó el resultado, lo que provocó que durante un largo periodo no tuviéramos contacto. Años después volvieron a encargar el mismo trabajo a una universidad y salió exactamente el mismo resultado.

¿Qué explicará en este curso teórico-práctico (y gratuito) titulado ‘Iniciación a la Apicultura’ (más información en apicultorseivissa@gmail.com)?

Explicaré cómo son los habitantes de la colmena (reina, abejas, zánganos…), qué relación tienen entre ellos, cómo se conserva la estructura de la colonia…

¿Cómo?

Las abejas no existen como individuos aislados, sino como colonias, que funciona como un súper individuo. Una abeja desaparece, muere, fuera de la colonia. Los insectos sociales, como las abejas, las hormigas o las termitas han desarrollado complejos mecanismos de interacción entre diferentes castas de individuos. El individuo cede su individualidad al colectivo. La colonia es la unidad. Explicaré cómo funcionan todas esas interrelaciones y cómo todo eso influye en el manejo de las colmenas para conservar esa estructura y evitar que su deterioro cree problemas sanitarios o de supervivencia. También haremos un repaso de los diferentes tipos de colmenas que se utilizan.

Que ya nada tienen que ver con las tradicionales.

Son un elemento artificial. El elemento natural es el hueco en un tronco de un árbol. La humanidad, desde 1850, ha sustituido ese tronco por una construcción más manejable, que facilita el cuidado y atención de las colmenas y de la cosecha. Pasaremos revista a esos equipamientos y cómo se deben manejar en una explotación apícola. Y luego dedicaremos un tiempo a hablar del ciclo del año.

El invierno es muy peligroso, supone una merma del 10 al 30% de las poblaciones de abejas, dependiendo de que el apicultor sea más o menos cuidadoso

decoration

¿Cuándo comienza, ahora?

Realmente empieza en otoño, cuando hay que preparar las colmenas para que sobrevivan al invierno, de manera que cuando acabe esa estación, salgan realmente fuertes para trabajar toda la campaña apícola. El invierno es muy peligroso, supone una merma del 10 al 30% de las poblaciones de abejas, dependiendo de que el apicultor sea más o menos cuidadoso. En primavera hace falta reponer esas bajas. Hay que ayudar a la colmena a que crezca adecuadamente, de manera que haya suficiente disponibilidad de abejas para mantener la explotación en el nivel de trabajo habitual. Explicaré cómo se hace una evaluación del territorio para saber qué carga ganadera puede soportar, según la flora que haya. A partir de ahí, detallaré los manejos que hay que hacer en primavera, consistentes en alimentar adecuadamente.

¿Qué influye en su alimentación?

Vivimos en pleno cambio climático: hay floraciones que están fallando. Y si falla la floración, las abejas se mueren de hambre. Es un ganado que hay que alimentar.

El apicultor adquiere un compromiso moral con sus abejas, se compromete a cuidarlas

decoration

Y más con esta sequía.

Así es. El apicultor adquiere un compromiso moral con sus abejas, se compromete a cuidarlas. Las mantiene y, a cambio, las abejas producen un excedente de cosecha, que es lo que recolecta. Pero para eso tiene que cuidarlas, mantenerlas vivas y activas, respetar los ritmos de crecimiento de su población. Para eso, muchas veces hace falta alimentarlas. Sobre todo ahora, debido a la sequía. Si no las alimenta tendrá un 50% de pérdidas. Eso es inadmisible. No puedes tener un animal y dejar que muera de hambre. Eso sería una falta de ética y de moral inadmisible.

En los últimos años, la mortandad de abejas en Eivissa se ha disparado a consecuencia de la sequía.

Este invierno apenas ha llovido. Eso no es normal. Están fallando las floraciones. Las lluvias de invierno generan potencial para el crecimiento de la vegetación en la primavera temprana. Es necesario saber verlo y evaluarlo para decidir en cada momento qué pienso, qué tipo de alimentación hay que aplicar. Las abejas, como nosotros, necesitan una dieta equilibrada.

Es curioso que hable de compromiso moral al referirse a un insecto.

Es así. Habrá gente que tenga las colmenas para sacar de ellas un beneficio económico, pero no es el caso de la apicultura, que tiene mucho de afición, de compromiso. Es casi la misma situación que cuando se tiene un perro de compañía.

Hay gente que se pregunta cómo puede ayudar a las abejas. Pues la mejor manera es dejar que los agricultores las ayuden, que son los que saben. Y para eso hay que comprar el producto local

decoration

De hecho, me hace pensar en la relación que tengo con mi perro.

La única diferencia es que usted convive con su mascota. Con las abejas no puede. Sólo va a verlas una vez a la semana, cuando hay mucha floración, o cada dos, cuando no hay necesidad. Pero si hay un vendaval, acude a las colmenas para comprobar que no se haya caído alguna o levantado la tapa. El apicultor está comprometido con ellas. Hay gente que se pregunta cómo puede ayudar a las abejas. Pues la mejor manera es dejar que los agricultores las ayuden, que son los que saben. Y para eso hay que comprar el producto local. Si el apicultor obtiene un beneficio económico de las colmenas, tendrá un estímulo para seguir manteniéndolas, además del estímulo moral de cuidar a ese animal. Es otro concepto de animal, pero no deja de ser doméstico, o semidomesticado.

Internet es un peligro público. Cualquiera puede colgar lo que le parezca hasta volverse viral. La verdad tiene que ser referenciada

decoration

Usted es un científico, un biólogo. Quizás a los apicultores, la mayoría aficionados, les falte esa visión científica.

La visión científica es fundamental. Si usted quiere aprender de vacas, cerdos u ovejas, hay mucha formación reglada. Pero no la hay de apicultura. Para adquirir esos conocimientos debe acudir a Internet. Pero Internet es un peligro público. Cualquiera puede colgar lo que le parezca hasta volverse viral. La verdad tiene que ser referenciada. Hay expertos referenciados, los que publican en revistas científicas (estudios avalados), y los autores autoproclamados, que publican por cuenta propia en un post que nadie, ningún científico, vigila.

¿Y los apicultores se fijan más en los autoproclamados?

Es que es más fácil, pues no hay que someter a crítica ese texto. Uno se lo traga y punto. Si acude a un autor referenciado, este le envía a otras publicaciones referenciadas. Eso es más laborioso.

Hablará también en la conferencia de la higiene y profilaxis de las colmenas.

Con la globalización, las plagas vuelven a ser mundiales. La de la varroa es la más peligrosa, la que más problemas genera y la que, si un apicultor no controla, sus colmenas no tendrán futuro. Hay, además, un hongo que ejerce de parásito intestinal que es bastante problemático y que procede de Asia, como la avispa asiática. Hay otra avispa en el sur de la Península, Vespa orientalis, aunque no es tan peligrosa y no generará tantos problemas.

¿Cómo es, según usted, la miel de Eivissa?

Excelente.

En orden de intensidad, estaría primero la de primavera de Eivissa, la más suave, seguida en intensidad por la de la Alcarria y, la más fuerte en ese sentido, la de otoño ibicenca

decoration

¿Como la de la Alcarria?

Es distinta. La de la Alcarria se caracteriza por una alta presencia de plantas aromáticas, como el romero, el tomillo y el espliego. Es, sensorialmente, más fuerte en el aroma y más ácida en el gusto que la de Eivissa. Hay que diferenciar dos mieles de Eivissa: la de primavera (básicamente de pradera, de plantas leguminosas, de matorrales; son claras, suaves) y la de otoño (más oscura y potente de sabor y aroma, con mucho componente de algarrobo y brezo). En orden de intensidad, estaría primero la de primavera de Eivissa, la más suave, seguida en intensidad por la de la Alcarria y, la más fuerte en ese sentido, la de otoño ibicenca.

Compartir el artículo

stats