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Ibizacinefest Javier Tolentino Cineasta, periodista y crítico de cine

Javier Tolentino, en Ibiza: «La situación de las mujeres en Irán es penosa, son esclavas»

‘Un blues para Teherán’, el primer largometraje del cineasta, periodista y crítico de cine, con la que ayer se inauguró la sexta edición de Ibizacinefest, es un retrato de Irán a través de su música y sus gentes que transita entre «el documental y la ficción»

Javier Tolentino, ayer en el paseo de Vara de Rey, horas antes de que se proyectara ‘Un blues para Teherán’ en Ibizacinefest. Vicent Mari

La sexta edición de Ibizacinefest se inauguró ayer en el Auditori Caló de s’Oli, en Cala de Bou, con la proyección del primer largometraje de Javier Tolentino, ‘Un blues para Teherán’. El cineasta, periodista y reputado crítico de cine viajó a la isla para acudir a la cita y presentar esta película que retrata Irán, su cultura y sus gentes, mezclando documental, ficción y musical. Nunca antes había estado en el Festival internacional de cine independiente de Ibiza, pero sí formó parte de su alumbramiento y desde un primer momento lo apoyó y le dio cobertura desde su mítico programa de cine en Radio 3, ‘El séptimo vicio’. Del fin de aquella etapa, de su salto a la dirección cinematográfica y de Irán habló largo y tendido con Diario de Ibiza horas antes de que Ibizacinefest le rindiera homenaje.

Fotograma de 'Un blues para Teherán'. Ibizacinefest

Hasta 2019, año en el que rodó ‘Un blues para Teherán’, ningún cineasta no iraní había filmado una película en Irán. ¿Cómo es posible?

No sé, quizás no ha habido interés. También el sistema te penaliza por hacer una película que no sea de tu país. Por ejemplo, los franceses o los alemanes si seleccionan un largometraje español esperan un Almodóvar, no una película de Irán.

¿Y por qué escogió usted este país?

Se me ocurrió rodar allí porque adoro Irán, su poesía, su literatura, su cine... Me formé con los directores de cine iraníes Abbas Kiarostami y Asghar Farhadi. Cuando hablé con estos dos maestros sobre el proyecto me animaron muchísimo.

Sobreentiendo que había visitado Irán antes del rodaje...

Sí, mi primer viaje lo hice acompañado de Abbas Kiarostami, con el que había hecho un curso en Barcelona. Nos fuimos allí unos cuantos alumnos suyos. Fue una experiencia preciosa. Posteriormente fui al Fajr Film Festival, que es el certamen cinematográfico más importante de Irán. Para un europeo ir a Afganistán o a Irán es como volver a los orígenes. No te sientes un extranjero allí. Escuchas su música, ves su humildad y te dices que todo eso te habla de tus abuelos. Así que me propuse hacer un largometraje, quería pisar terreno que conozco y que quiero. El proyecto me llevó cinco años, desde que nació la idea hasta que la pude realizar.

"Conseguir rodar en Irán fue difícil, laborioso y burocrático. Estuvimos haciendo trámites más de un año"

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¿Fue complicado conseguir rodar allí?

Sí, mucho. No es nada fácil filmar en Irán. Estuvimos año y medio haciendo trámites para conseguir permisos y el visado. Les dan mucho miedo las cámaras. Fue difícil, laborioso y burocrático. Conseguirlo fue un mérito de los productores de la película. Estuvimos rodando un mes porque el visado no nos permitía más tiempo. Tuvimos que aprovecharlo muchísimo, tanto que nos quedamos sin rodar una parte del proyecto. Volvimos a pedir el visado para filmar, pero no nos los concedieron.

En esta película se mezclan el documental y la ficción. También se podría decir que es un musical. ¿Usted dónde lo encuadraría?

Yo es que no creo en las etiquetas, ni yo ni casi nadie de los nuevos cineastas. Decimos que el cine es como los coches, que es un híbrido. ‘Un blues para Teherán’ es un musical, pero también es un documental y, además, es ficción porque trabajamos con actores.

¿Quién es en realidad Erfan Shafei, el personaje principal de esta historia?

Es un personaje real. Erfan iba a ser mi ayudante de dirección, pero en la primera reunión que tuvimos con la productora iraní con la que trabajamos vi que era muy caótico como para ejercer esa función. Me di cuenta, sin embargo, que encajaba con la figura de narrador que estaba buscando. Es muy culto, sabe más de nuestra cultura que muchos españoles. Es como un Don Quijote del Kurdistán y me gustó su sentido irónico, su humor... Le engañé completamente, no supo nunca que iba a ser el narrador hasta que vio la película. Se quedó tan sorprendido que lo primero que hizo fue llamar rápidamente a la productora para pedir más dinero porque era el protagonista, y se lo dieron.

Erfan, siendo kurdo, lo debe tener complicado en Irán.

Bueno, lo tiene menos complicado que en Turquía, donde los kurdos son perseguidos. La película está rodada en kurdo, en farsi y en taleshi, tres comunidades que quería presentar en la película. A Erfan lo escogí también porque quería que se viera Irán a través de su soledad, de su derrota. Es alguien que nunca hará nada, cuando podría hacerlo todo. Podrá hacer algo de poesía o cantar una canción en un bar, pero no podrá construir un proyecto de teatro o de cine porque para eso hace falta una libertad que Irán no tiene, y los kurdos todavía menos.

"En Irán das una patada a una piedra y salen 14.000 músicos y cantantes"

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¿Por qué se ha decantado por la música para hablar de Irán?

Procedo de una formación y de una cultura en la que la música lo es todo. La música es la banda sonora del día y de mi vida. No puedo explicarme sin ella. Aparte de eso, para intentar mostrar algunas claves de lo que está pasando en Irán hay que hacerlo a través de la cultura y de la música sobre todo, porque en Irán das una patada a una piedra y salen 14.000 músicos y cantantes. La música es muy importante allí, pero lo peor es que está vetada cuando es una mujer la que canta y eso que son ellas, las abuelas, quienes la han transmitido. ¿Cómo es posible que prohíban encima cantar a las mujeres? Es de locos. No se puede entender cómo a un país como Irán, con una cultura y una tradición enormes, no le alcance para tener una sociedad construida desde la igualdad.

En su documental aparece una mujer cantando, Golmehr Alamiz. ¿Es una actriz o una cantante que solo puede hacerlo en casa?

Es cantante. Después de hacer esta película se ha ido a Turquía, a Estambul, porque ya no puede estar en Irán. Las mujeres, si cantan, lo hacen en sus casas o en coros, porque cantar en público, solas en un escenario, está prohibido. Tampoco pueden ir solas por la calle de día.

La mujer allí pocas libertades tiene...

Su situación es penosa. La mujer es una esclava, un objeto que pertenece a los hombres. Pero cada año que pasa hay más hombres que se han formado en Europa, que han viajado y que están en contra de ese trato que reciben las mujeres. Espero que hombres y mujeres iraníes juntos algún día logren la igualdad que en Europa está un poco más conseguida. No del todo, pero un poco más.

"La película está prohibida en Irán, pero yo no he ido allí a juzgar a un país"

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A través de los testimonios de su gente y de la música, de forma indirecta, denuncia todas estas realidades. ¿Pero tenía intención de meterse en jardines políticos?

La película está prohibida en Irán, pero yo no he ido allí a juzgar a un país. Creo que los europeos tampoco podemos dar clases de democracia cuando estamos en construcción todavía, cuando hay conflictos bélicos y contradicciones muy importantes. Yo quise poner la cámara y que fuera la propia cultura de Irán y sus ciudadanos quienes cuenten cómo les va. Eso al gobierno iraní o a sus representantes en España no les ha gustado, pero, claro, no hemos hecho una película para que les guste a ellos. Los iraníes de a pie han salido del cine llorando, eso es lo que me vale.

¿Confía en que pueda estrenarla en Irán en un futuro?

Ahora voy a Irán y voy a ver si podemos estrenarla en algún momento. La película, tarde o temprano, y, aunque sea clandestinamente, la proyectaremos en Irán porque su población es la depositaria de este trabajo.

En Europa, desde su estreno, su primer largometraje ha tenido un gran recorrido...

Sí, me ha sorprendido, porque he estado en todos los festivales de Europa y en España en Gijón, San Sebastián, Málaga….

Y ha estado nominado a los Goya...

Sí, y a los Gaudí, que me ha hecho mucha ilusión. Ser candidato o premiado en los festivales es un dulce, pero no me gusta sacar pecho de ello, porque siempre he defendido que las mejores películas no son candidatas a los Goya.

¿Ya tiene otro largometraje en mente?

Sí, ‘Mar Rojo’. Precisamente el año pasado seleccionaron el proyecto para el pitching de Ibizacinefest. Es otro musical que también es documental y que tiene actores. Se rodará en Cataluña, México, París y Balears.

¿En Ibiza?

Podría ser, no está descartado todavía. La película la empezaremos a rodar después del verano y es una mirada a Cataluña desde la música.

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