La fisioterapia es una parte fundamental dentro del tratamiento a los pacientes oncológicos. Por eso, desde Apaac se ha apostado por incluir esta rama entre los servicios que ofrecemos. Natalia Sirvent (Ibiza, 1994), graduada en Fisioterapia por la UIB, cuenta con numerosas formaciones en suelo pélvico, punción seca o tecarterapia, entre otras.

Natalia Sirvent realiza un tratamiento de fisioterapia a una paciente y usuaria de APAAC.

¿Qué supone incorporarte a Apaac?

La incorporación a Apaac supone para mí una oportunidad para ayudar a aquellas personas que estén sufriendo una disminución de su calidad de vida debido al proceso oncológico. Combinar el trabajo que se realiza en esta asociación, conjuntamente con un tratamiento de fisioterapia, beneficiará a muchos pacientes para que durante este proceso tengan toda la información correcta y los tratamientos que se precisen para avanzar durante el desarrollo de esta enfermedad. Tras años de ver el impacto que el cáncer tiene en la vida de muchas personas el poder participar en la misión de esta asociación y poder colaborar con ellos es una enorme satisfacción para mí.

¿Cuál es tu función en la asociación?

La función en la asociación es la de aplicar tratamientos de fisioterapia en pacientes que se encuentren en tratamiento oncológico o supervivientes con secuelas además de proporcionarles herramientas para minimizar los efectos secundarios de algunos tratamientos. También voy a realizar las clases de terapia acuática y ejercicio terapéutico.

Como fisioterapeuta, ¿hasta qué punto es imprescindible tratar a pacientes oncológicos? ¿En qué les ayudan?

La fisioterapia en el paciente oncológico se centra en los numerosos efectos adversos de los tratamientos médicos. Entonces es imprescindible introducir la fisioterapia como parte de un abordaje integral del paciente con cáncer. Son tratamientos que se pueden realizar antes, durante y/o después del tratamiento para fomentar una recuperación más temprana o mejorar la calidad de vida de los pacientes.

¿En qué consiste la gimnasia terapéutica? ¿Cuáles son sus beneficios?

Los pacientes diagnosticados deben evitar la inactividad (a no ser que sea prescrita por el médico) y mantener unos buenos niveles de actividad física a un nivel suave o moderado.

La gimnasia terapéutica es un tipo de ejercicio que mediante movimientos y estiramientos suaves sin impacto y el trabajo de la postura te permite recuperar la movilidad natural del cuerpo.

La gimnasia terapéutica contribuye a paliar muchas secuelas de los tratamientos oncológicos como la fatiga, los vómitos, la pérdida de masa muscular, la perdida de movimiento articular además de mejorar el estado de ánimo de los pacientes.

¿Pueden hacerla todos los pacientes que estén en proceso oncológico?

Pueden realizarla todos aquellos pacientes que estén en proceso oncológico y que tengan la prescripción por parte de un médico especialista y el ejercicio sea supervisado y adaptado por un profesional a las circunstancias de cada paciente.

¿Y la terapia acuática? ¿Cómo es una sesión?

La terapia acuática se basa en la realización de actividad física en el agua por lo que además nos aprovecharemos de los beneficios de este medio. Realizar actividad física en el agua mejora la circulación y por tanto favorece el drenaje lo cual es muy beneficioso para aquellas pacientes que tras un cáncer de mama hayan desarrollado un linfedema o incluso para prevenirlo. También nos va a ayudar a realizar ejercicio sin impacto por lo que hay menos riesgo de caída o de lesión. Ayuda a disminuir la hipersensibilidad debido a la agradable temperatura del agua tibia por lo que fomentará la disminución de los dolores que presenten los pacientes.

Las sesiones consistirán en una combinación del trabajo de la movilidad articular, de fortalecimiento muscular, equilibrio, coordinación y estiramientos.