El Banco Santander debe devolver 102.604 euros a un matrimonio residente en Mallorca para compensarle por las pérdidas que la pareja sufrió tras invertir en uno de los productos de esta entidad, al considerar un juez que no se la informó adecuadamente de los riesgos que conllevaba pese a tratarse de una operación de alto riesgo. Esta decisión, contra la que cabe la posibilidad de presentar un recurso, nace de la demanda presentada por la asociación de consumidores Asufin.

La historia nace en 2007, cuando el Banco Santander, junto con otras dos entidades, puso en marcha una operación para hacerse con el banco ABN Amro. Para financiar esa adquisición, emitió los denominados Valores Santander, que en ejercicios posteriores debían de convertirse necesariamente en acciones de esta entidad financiera, con el riesgo de que en ese momento estos se hubieran devaluado, como así sucedió en 2012.

Ante las pérdidas sufridas, el matrimonio residente en la isla, junto con Asufin, decidió emprender acciones legales exigiendo la devolución de los 250.000 euros que habían invertido. Un aspecto que se destaca es que se trata de una pareja que, por sus circunstancias familiares, no pretendía asumir riesgos en esa operación.

La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Palma determina que la información que facilitó el Banco Santander a sus clientes, mediante un folleto y las explicaciones de uno de sus empleados, no reflejaban adecuadamente las posibilidades de ver menguado el dinero que habían destinado, de ahí que se determine que la entidad tenga que devolver algo más de 100.000 euros para mitigar las pérdidas que sufrieron. Hay que tener en cuenta que esa pareja mantiene en su poder las acciones del banco, que también podrá vender.

Posibilidad de reclamar

Tanto la presidenta de Asufin, Patricia Suárez, como la abogada de esta asociación, Cristina Borrallo, ponen en valor que se les haya dado la razón en los Juzgados pese al tiempo transcurrido, lo que según la primera resulta extraordinariamente positivo por cuanto se demuestra que todavía se pueden demandar este tipo de comportamientos de los bancos.