El Ayuntamiento de Santa Eulària anunció ayer que llevará a aprobación inicial en el próximo pleno la Ordenanza de Uso Sostenible del Agua, «dando cumplimiento a los primeros compromisos adquiridos en el Plan Municipal de Gestión Sostenible del Agua aprobado el pasado mes de diciembre de 2021». La norma «persigue el ahorro, la reutilización y el reciclaje del agua en el municipio, un bien escaso y en el que debemos poner mucho énfasis», recordó en una nota la concejala de Medio Ambiente, Mónica Madrid.

«La ordenanza», añadió la edil, «define una serie de medidas concretas que son de obligado cumplimiento para todas las personas del municipio. Regulamos el uso sostenible del agua promoviendo el ahorro, la reutilización y el reciclaje de aguas grises, regulamos el vaciado de piscinas, reducimos fugas por averías...».

Además, Madrid indicó que esta iniciativa trata de «garantizar la posibilidad de reutilizar las aguas residuales depuradas, minimizando y fiscalizando los vertidos de los contaminantes que las estaciones depuradoras no pueden eliminar, como por ejemplo las salmueras de estaciones desalinizadoras particulares o descalcificadores de sal».

Necesidades y fuentes limitadas

El Consistorio recordó en la nota que, «como define el Plan de Gestión Sostenible del Agua, el Índice de Presión Humana del municipio es de un máximo mensual de 104.858 personas. Tanto residentes como visitantes tienen unas necesidades mínimas de agua potable».

Y apunta dos «fuentes limitadas» para proveer: «Por un lado tenemos los acuíferos, un recurso limitado que actualmente está sobreexplotado en toda la isla, lo que los ha hecho bajar en cantidad y en calidad. Por otro lado, tenemos el agua desalada, pero nos encontramos que es un recurso que acaba siendo muy caro y que lleva asociado un coste energético y ambiental, algo que afecta negativamente al cambio climático».

Esta nueva ordenanza, añaden desde Santa Eulària, «persigue también asegurar a largo plazo la cantidad y la calidad del suministro de agua a los ciudadanos promoviendo a su vez el ahorro y la eficiencia en el consumo aplicando mejoras tecnológicas y la promoción de la reducción del consumo a la vez que se ofrece el control del mismo a los diferentes usuarios del servicio municipal».

Esta normativa «regula la utilización de los recursos hídricos alternativos para los usos que no requieran agua potable y fomenta la eficiencia en las actividades hoteleras, comerciales, industriales, residenciales y de servicios», detallan desde el Ayuntamiento.