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Los hoteleros de Ibiza y Formentera critican que «la nueva ley no afecta a todo el sector turístico»

"Hemos pasado dos años muy malos, debe haber mucha cautela", advierte la presidenta de la Federación Hotelera

La presidenta Armengol,en un acto de la ediciónde Fitur de 2021. DAVID COSTA

La Federación Hotelera de Ibiza y Formentera reconoce su «malestar» porque las medidas previstas en la reforma de la ley turística, anunciadas por la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, el lunes en Madrid, se plantean «al sector hotelero y no al turístico en general». «Todos deberíamos ser iguales en este sentido», subraya la presidenta de este colectivo, Ana Gordillo, que agrega: «No creo que los turistas se alojen sólo en hoteles, pero [las medidas de la reforma de la ley] se aplica sólo a los hoteles».

En cuanto a las medidas que se «se imponen», como las de digitalización, sostenibilidad y cuidado del personal, la presidenta de la organización que representa a los empresarios hoteleros de las Pitiusas recuerda que «no son necesarias» porque, por un lado, las empresas de las islas «se han anticipado a la legislación» y ya las aplican porque están «en línea con el futuro» del sector. Por otro lado, recuerda que Balears cuenta con «el mejor convenio laboral de España», en el que además de la subida de los salarios se prohíbe la externalización de servicios. «Nuestro sector hotelero es un referente a nivel nacional», subraya.

En este sentido, Gordillo ve «positiva» la medida prevista en esta nueva propuesta legislativa para que las camas de los establecimientos hoteleros cuenten con elevadores para facilitar el trabajo de las personas que limpian y ordenan las habitaciones. «Nadie está en contra de eso», recalca.

Ahora bien, la presidenta de los hoteleros pitiusos destaca también que las medidas previstas por la reforma de la ley que propone el Govern se plantean «a largo plazo», en un horizonte de seis años porque, de lo contrario, recalca Gordillo, sería «inviable». «En la coyuntura actual, en la que hemos pasado dos años muy malos, tiene que haber mucha cautela», afirma.

Asimismo, Gordillo lamenta que no haya habido conversaciones previas con el sector para consensuar el contenido de la reforma. «Nos reunimos el viernes, pero ya estaba cocinado. No se ha negociado nada. Sólo nos pidieron opinión sobre los plazos [de aplicación de las medidas], que nos parecen bien. Ahora tenemos que mirar la letra pequeña y plantear las propuestas que nos parezcan más oportunas para mejorar el borrador», indica.

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