La actividad deportiva, junto con un estilo de alimentación saludable, permite a los pacientes oncológicos mejorar no solo su bienestar físico, también el psicológico y emocional. Por ello, desde la Asociación Pitiusa de Ayuda a Afectados por Cáncer (APAAC) se organizan actividades gratuitas de yoga y pilates para facilitar su práctica. Los beneficios son múltiples y cada vez hay más conciencia entre la población al respecto.

El yoga, por ejemplo, va incluso más allá porque contribuye a aumentar la conciencia sobre nosotros mismos y sobre todo lo que nos rodea. Todo ello se consigue, además, mediante una práctica integral que ayuda a mejorar la musculatura y la movilidad.

Su práctica permite alcanzar un mejor descanso, ya que nos da técnicas para relajarnos y así poder liberar las tensiones acumuladas. Asimismo, se incide en técnicas de respiración, que ayudan a mejorar la circulación, y de concentración y meditación, que pueden contribuir a relajar la mente y a reducir los niveles de ansiedad, mejorando de este modo la estabilidad emocional.

Ante la pregunta de si hay evidencia sobre los beneficios del yoga en procesos oncológicos, así como en los pacientes que ya han superado la enfermedad, la respuesta es afirmativa. Así lo demuestran, entre otras, la American Society of Clinical Oncology (ASCO) y la Society of Integrative Oncology (SIO). En un estudio llevado a cabo para demostrar sus beneficios, afirman que su práctica reduce la ansiedad, el estrés, la depresión, la alteración del ánimo y mejora la calidad de vida de los pacientes oncológicos. También se constata en un estudio realizado por el Instituto Karolinska (Suecia) tras el cual el yoga se ha implantado en más de 300 hospitales de los países nórdicos. También lo ha incorporado el Nacional Health Service británico como prescripción social.

A esto hay que sumar, también, que si se trata de clases grupales hay un beneficio adicional, ya que los usuarios comparten experiencia con personas que han pasado o están pasando por su misma situación. Se crea de esta manera una red de apoyo que pretende al paciente comprender y aceptar la situación que atraviesa.

Es importante tener en cuenta el contexto del usuario para definir el estilo de práctica de yoga que más se adapta a su caso. Y es que existen más de dos decenas de estilos enmarcados en el yoga espiritual (práctica alrededor de unos conceptos de la filosofía del yoga, de lectura de textos sagrados, de la meditación o de cantos de mantras), yoga dinámico (la práctica involucra más al cuerpo y los músculos a través de las posturas) y yoga pasivo o de relajación (aprendizaje de relajación).

El cáncer y los tratamientos afectan a la salud física y mental, y el yoga alivia, en cierto modo, estos efectos con una práctica adaptada de asanas (posturas), pranayama (métodos de respiración controlada) y meditación. Aún así, su práctica no es sustitutiva de los tratamientos oncológicos, psicológicos, de fisioterapia y rehabilitación.

En cuanto al ‘Método Pilates’ también son numerosos los beneficios, como constatan diversos estudios como el elaborado de forma conjunta por los departamentos de Orientación, Psicología de la Salud y Psicobiología de las universidades Miguel Hernández (Elche) y la de Valencia. De hecho, para paliar los efectos secundarios del tratamiento, se están empezando a utilizar técnicas alternativas a la medicina tradicional, como es su práctica. Los expertos aseguran que los ejercicios de pilates alivian los síntomas ocasionados por el cáncer. Destaca su bajo impacto, a lo que hay que sumar que es factible modificar ciertos ejercicios para adaptarlos a la condición física del usuario. Los movimientos se mezclan con la respiración abdominal, que permite un relajamiento de la mente y, por consiguiente, del cuerpo.

Su práctica permite la recuperación muscular y permite reducir los dolores, sobre todo en la zona de la espalda. Esto, en algunas ocasiones, hace que el usuario requiera de una disminución de los medicamentos pautados. Y es que se ha comprobado que, al ganar fuerza muscular por la práctica de pilates, las articulaciones ‘sufren’ menos cuando el cuerpo está expuesto a un tratamiento oncológico.

ACTIVIDADES PROGRAMADAS EN EL MES DE ENERO

APAAC organiza diferentes actividades durante el mes de enero para pacientes oncológicos.

Como novedad, todos los lunes de 11.30 a 12.30 horas, se realizará un taller de yoga en el polideportivo Can Misses impartido por Elena Teixidor. Empieza el 10 de enero.

Todos los martes, de 16.30 a 17.30, los usuarios podrán asistir a una clase de yoga en el polideportivo de Santa Eulària, también impartido por Elena Teixidor. Comienza el 11 de enero.

Los miércoles se impartirán prácticas de pilates de 11.15 a 12.15 horas en el polideportivo de Puig d’en Valls a cargo de Marian Damià. Empieza el 12 de enero.