Fiestas

Una cena de Nochevieja en Ibiza sin gastos desmesurados

El marisco cede protagonismo al pescado y las carnes al horno en el Mercat Nou

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Lejos de los augurios que, desde el inicio de la crisis, vienen prometiendo unos nuevos locos años veinte, la bienvenida a 2022 se prepara, mayoritariamente, sin desmesuras. Tras la pasada Nochebuena, y a falta de la gran afluencia de clientes en las dos últimas jornadas del año, los puestos del Mercat Nou constatan que la clientela tiende a evitar los grandes dispendios en los menús de fiesta.

Uno de los productos más afectados es la gamba roja eivissenca, tan apreciada como cotizada. «En Nochebuena se vendieron muchas, pero parece que la gente se lo piensa más», apunta la pescadera Carmen Moya. En algunos momentos del año, su precio ha llegado a los 110 euros el kilo, pero ahora se encuentra por algo menos de cien, «como siempre», precisa. Está la opción más rebajada de llevarse los ejemplares rotos a 65 euros.

Moya también avisa de que el encarecimiento del pescado no se debe a estas fechas, sino a la subida del precio del gasoil en los últimos meses. «Esta mañana he pagado el dentón a 38 euros más IVA el kilo en la Cofradia de Santa Pola», lamenta.

Así y todo, los pescados de gran tamaño para hornear son una de las preferencias de los ibicencos para despedir el año. «Depende del tamaño, pero el dentón, el pargo o el gallo suelen costar entre 39 y 44 euros todo el año», apunta David Planells, de Pescados Vicente. Así y todo, la clientela le está preguntando más por la merluza, a 22 euros y los calamares a entre 24 y 27.

Margarita Cardona ha venido al Mercat Nou solo en busca de calamares, pero a las once ya solo quedaban los más pequeños. «Volveré mañana a por ellos. Los prepararé a la plancha, porque ya somos grandes para darnos un atracón», bromea.

Maria y Ángel también han llegado tarde para hacerse con un buen gallo de San Pedro para hornear. «A lo mejor volvemos mañana, pero si no tengo otra opción: una gallina para una buena sopa y picoteo con gambas y jamón», confiesa.

Sin exclusividades

Si bien la gamba fresca pierde protagonismo en Nochevieja, la gamba pelada congelada aumenta de demanda gracias al cóctel de marisco. A 15 euros el kilo, es un entrante tan clásico como económico.

En cambio, Margarita Riera vuelve a notar este año que, en su puesto de congelados, no tienen tanta salida las productos que encarga específicamente para estas fechas, como las vieras, a 27 euros. «Se nota que pasamos por una época en que la gente no busca cosas tan exclusivas», explica.

"El kilo de uva se ha incrementado en un euro respecto a 2020"

Jaume Alberti y Marga Ribas dan una vuelta por las pescaderías, pero solo por si encuentran algo para el día. «No nos ha tocado la lotería, pero este año tenemos la suerte de que nos han invitado y no tenemos que preparar nada», detallan. Eso sí, no llegarán a la cena con las manos vacías y ya se han aprovisionado de las uvas de la suerte, a un precio de entre 3,60 y 3,90 euros el kilo.

«Este año la uva ya venía bastante más cara incluso en temporada», advierte Joan Torres, de Frutas y Verduras Catalina. El kilo ha subido un euro respecto a 2020. Al encarecimiento de los combustibles, se suma que los racimos de máxima calidad «necesitan un tratamiento cuidadoso».

También se encuentra la opción de comprar las doce uvas de la suerte ya preparadas. En Fruita i Camp, el paquete individual cuesta 1,5 euros.

Salsa y ‘bescuit’

Aunque en menor proporción que en Navidad, la salsa de Nadal está presente en el Mercat Nou. En el Forn Can Bufí venden el litro a 18 euros, con la posibilidad de llevarse medio. «Cada año se vende más, porque se tarda muchas horas para hacerla en casa», apunta Maria Ferrer.

"La gente opta cada vez más por comprar la salsa de Nadal preparada en vez de hacerla en casa"

Tampoco faltó el tradicional bescuit para acompañar la salsa, a 5,80 euros la pieza de algo más de medio kilo. «Los tenemos a la venta hasta Reyes, cuando ya se piden más roscones», precisa Carmen Ventura, del Forn Can Coves.

Además de la cena, algunos clientes también preparan un complemento especial para la mesa. Así, la floristera Clara Torres aún nota el tirón en las ventas gracias a las ponsetias, el muérdago y los centros de navidad. «Aunque pueden durar todas las fiestas, hay gente que ha pasado la Navidad fuera y ahora decora la mesa para Nochevieja», .

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