La directora del aeropuerto de Ibiza, Marta Torres, valora los datos de la temporada pero ahora pide «prudencia de cara a los próximos meses dado que sigue primando la incertidumbre en el sector, ligada irremediablemente a la evolución de la pandemia y a las medidas que se tomen en los distintos países en cuanto a la movilidad».
En su análisis del año, Torres recuerda: «De enero a junio, los datos de recuperación de tráfico fueron muy moderados; tan solo una tercera parte en pasajeros (32,6%) y un 55% en movimiento de aviones respecto a los registros previos a la pandemia». Pero la actividad se recuperó: «La evolución en el segundo semestre ha sido totalmente diferente. Con la mejoría de las condiciones sanitarias, el avance en los planes de vacunación y la eliminación de las medidas que restringían o dificultaban la movilidad de las personas, a partir de julio y coincidiendo con los meses fuertes de la temporada alta se registró un salto relevante en el tráfico». En este sentido, destaca que «en los meses punta de julio y agosto, la recuperación de las operaciones de aeronaves estuvieron por encima del 95% respecto a los meses equivalentes de 2019. Se alcanzaron registros en torno al millón de pasajeros, lo que reflejaba una recuperación del 70% y del 74%, respectivamente. Desde el mes de julio, la recuperación de los pasajeros ha ido mejorando mes a mes, hasta unos registros de noviembre muy próximos a los de 2019 en pasajeros (93,5%) y por encima en movimiento de aviones (108,4%)». Entre julio y noviembre, Torres valora que «la recuperación de tráfico ha sido notable. En estos cinco meses se han movido casi el mismo número de aeronaves que en 2019 (recuperación del 99%) y en pasajeros se ha llegado al 76% debido a que los factores de ocupación han estado todo el año por debajo de los valores históricos habituales».