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Una embarazada, obligada a bajar del bus al aeropuerto de Palma por querer pagar con un billete de 50 euros

Maria Cardona, en el séptimo mes de gestación y que también llevaba en un cochecito a su hijo de dos años, relata que el conductor se negó a cobrarle "porque sólo dan cambio con billetes de diez" y le pidió que abandonara el vehículo en la siguiente parada

Imagen de María Cardona.

El fin de semana en Palma de Maria Cardona ha tenido un final agridulce. La menorquina, que reside en Barcelona, denuncia que el pasado domingo el conductor de un bus de la EMT con dirección al aeropuerto la obligó a bajar del vehículo porque quiso pagar el ticket con un billete de 50 euros. “Me dijo que no tienen cambio, que si no llevaba nada más pequeño me tendría que bajar en la siguiente parada. Es increíble que te digan que sólo tienen cambio para billetes de diez euros, sobre todo en un trayecto hacia el aeropuerto, donde hay muchos extranjeros que van con billetes grandes y no tienen manera de conocer esta circunstancia”, comenta a este periódico esta menorquina de 35 años que está embarazada de siete meses y que subió al bus con un cochecito donde dormía su bebé de dos años.

“No tiene ningún sentido que no puedas pagar con tarjeta o en alguna app, me sentí indefensa. Cogí el bus en Porta des Camp, subí y cuando fui a pagar con el billete de 50 el conductor ya estaba en marcha para la siguiente parada y me advirtió de que en la siguiente tenía que bajar. Cuando llegamos, yo estaba de pie, me miró a los ojos y me dijo: ‘Has de bajar’, como si yo no hubiera querido pagar el ticket. Nadie en el autobús dijo nada, no sé si se dieron cuenta. Me dejó en medio de la nada, por donde está el Palacio de Congresos”, cuenta.

Maria, que había venido a Mallorca a pasar el fin de semana con sus compañeras mallorquinas de universidad, con las que estudió en Barcelona, decidió esperar al siguiente bus en lugar de tomar un taxi. “El siguiente conductor fue todo lo contrario, fue muy amable y no me puso ningún problema por querer pagar con 50 euros”, comenta.

Cardona no comprende que no haya alternativas para pagar un bus como la tarjeta de crédito o una app. “Es cierto que hay un cartel cerca del conductor que dice que sólo se da cambio de diez euros, pero cómo vas a poder saberlo si vienes de fuera. No ponen facilidades y luego quieren que cojamos el transporte público”, apunta.

Esta usuaria de la EMT, que subió embarazada de siete meses y con un cochecito de bebé al bus, decidió hacer un tuit crítico después de lo sucedido. “Porque me quedé callada cuando me contestó así. Fue un shock. Le tendría que haber dicho que yo de allí no me bajaba y que podríamos esperar a la policía. Estoy segura de que el conductor a un tiarrón no lo hubiera echado del autobús. Me vio débil”, concluye.

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