Ibiza cuenta desde hace un año con uno de los carriles para bicicletas más absurdos del mundo, 450 metros que dan a ninguna parte, que están aislados de otros viales de similares características y que, aunque se utilicen, no tienen salida porque sendas biondas lo cierran al comienzo y al final. Se encuentra en la nueva variante de Jesús (inaugurada en noviembre de 2020), entre dos rotondas (una da acceso a la carretera de Cala Llonga y a Can Ramon; la otra al pueblo), y está próximo al centro educativo de esa parroquia.
Quien proceda en bicicleta de Cala Llonga o de la carretera recién reformada de Santa Eulària, tendrá que elevar su velocípedo a pulso por encima del quitamiedos y saltarlo él mismo para poder circular por ese vial menos de medio kilómetro. En 12 meses ha tenido escasísimo uso dada su absoluta inutilidad. Actualmente no hay ningún carril bici próximo con el que se pueda enlazar.
«Peligro bicis»
Para más pitorreo, la responsable de la obra, la UTE Hermanos Parrot-Tecopsa, ha instalado además una señal de ‘peligro bicicletas’ justo junto al carril para estos vehículos (tanto que, de hecho, entorpece su paso... si circularan por allí, claro) y pegada a la bionda. Para acceder allí no hay, además, ningún paso de cebra: sólo hay uno en cada rotonda y están situados al otro lado de la carretera. La constructora ha instalado, además, un soporte aparcabicicletas al pie del puente, pero no en la zona de la rampa, sino en la de la escalera.
¿Cómo ha podido pergeñarse algo tan absurdo y raro? Según Mariano Juan, conseller de Infraestructuras Viarias de Ibiza, «porque ha sido un error de ejecución de la obra», admite, «al cerrarse las biondas». Se ha ejecutado «mal y habrá que abrir el quitamiedos por los dos lados de ese carril bici, que está pensado para sacar el tráfico de las bicicletas que circulen por la variante de Jesús de manera segregada. Y para ser usado no debe estar cerrado así».
Futuros carriles
Ese «fallo» está incluido en un listado junto a otros que la institución insular ha detectado en esa obra: «Estamos reclamando a la constructora que arregle esos problemas. Son cosas muy técnicas. Por ejemplo, hay un paso subterráneo por el que circula mal el agua; son cuestiones menores, pero deben ejecutarse bien, según figuran en el proyecto». La obra que contiene el carril bicicleta más inútil de la isla costó más de 14 millones de euros.
Ese «fallo» está incluido en un listado junto a otros que la institución insular ha detectado en esa obra
Respecto a que sólo mida 450 metros, Juan señala que se debe a que «es una previsión pensada para conectar con el carril bici contemplado en la reforma de la carretera de Cala Llonga. La idea es que haya uno desde la entrada de Santa Eulària hasta Jesús por la carretera de Cala Llonga. Además conectará con el núcleo urbano de Ca na Negreta, la antigua travesía». El Ayuntamiento de Santa Eulària prepara un proyecto, con carril bici, para reformar el interior de esa zona, de la que se ha sacado el tráfico: «El compromiso del Consell es pagar íntegramente ese proyecto, pero lo debe redactar Santa Eulària». Mientras, será el carril bici más solitario del mundo.
