La crisis sanitaria sigue dejando rastro en las Pitiusas. Si bien durante el segundo año de pandemia ha mejorado notablemente la llegada de turistas (casi el triple que en 2020), aún no se ha recuperado el terreno perdido respecto a la época de la normalidad. Entre enero y septiembre (los últimos datos publicados) nos han visitado 1,6 millones de personas, 1.185.027 menos que en el mismo periodo de 2019. Es decir, este año pasaron aquí sus vacaciones un 42% menos de turistas que hace dos temporadas.
Se echa de menos el turismo británico, que hasta el brexit y la propagación del coronavirus era nuestro principal mercado. En 2021 han venido desde el Reino Unido sólo 215.854 viajeros, alrededor de medio millón menos (531.119, es decir, casi el 45% del total de turistas de todas las nacionalidades que este año dejaron de visitar las Pitiusas) que en 2019, lo que supone un descenso del 71%. No es que nos hayan cogido manía, es que su primer ministro, Boris Johnson, hizo todo lo posible para que este verano no viajaran allende sus fronteras.
Países Bajos y Bélgica (que la estadística del Ibestat, realizada a partir de los datos proporcionados por Frontur, incluye juntos) han superado a Reino Unido como potencia (doble) al traer a 244.035 turistas, si bien esa cifra está un 21% por debajo (-65.293 viajeros) de la era precovid. En septiembre, no obstante, superaron el dato de 2019: viajaron casi 63.000 belgas y neerlandeses, 14.000 más (+28,8%) que hace dos años, un buen síntoma de cara a 2022. Por número de visitantes, cae al tercer puesto Italia, que en 2019 nos envió a 377.530 turistas, 211.346 más que este año. Las Pitiusas han perdido en sólo dos años (pandémicos) el 56% de ese mercado emisor.
La salvación ha venido desde España, el único mercado que ha incrementado su número de viajeros: descansaron en estas costas durante esta temporada 577.838 españoles, casi un 6% (+32.053 personas) más que antes de empezar la crisis sanitaria. Llama la atención el incremento registrado en el mes de septiembre, cuando se alojaron aquí 106.489 compatriotas, un 47,5% más que en el mismo mes de 2019.
Cabe destacar el buen comportamiento de Francia, que con 112.184 turistas sólo perdió el 16% del flujo de 2019.
También se ha resentido el mercado de Alemania, que, además, lleva años perdiendo potencial, una sangría que no se para por mucho que se acuda a la feria turística de Berlín
También se ha resentido el mercado de Alemania, que, además, lleva años perdiendo potencial, una sangría que no se para por mucho que se acuda a la feria turística de Berlín (ITB). En 2021 recibimos a 154.347 alemanes, casi cuatro veces más que en 2020, pero un 37% menos que en 2019 (unos 91.000 germanos menos). Eso sí, en septiembre mejoró su estadística respecto a 2019: volaron a Ibiza 38.647 teutones, casi un millar más que antes del covid, lo que es buena señal.
Aunque vienen pocos desde los países nórdicos (Noruega, Suecia, Finlandia), resulta significativa la caída de esos emisores, que de los casi 25.000 que volaron hasta las Pitiusas en 2019 (cuando se tocó techo en las estadísticas de la ultima década) se ha pasado en 2021 a sólo 5.115, casi 20.000 menos (-79,4%).
Y hay un mercado que a veces olvidamos, pero que en épocas de vacas gordas fue muy importante: el del «resto del mundo», la suma de ciudadanos de todos los países del globo terráqueo no comprendidos entre las naciones antes mencionadas. No son pocos: en 2019 fueron 428.167, la tercera potencia emisora tras Reino Unido y España. En 2020 quedaron reducidos a 30.441. Y en 2021 han resucitado, pero sin el vigor de antaño: sólo 151.000, de manera que ahora es el sexto emisor de turistas para Ibiza y Formentera.
900.000 clientes menos en los hoteles
Los más perjudicados por esta sangría de turistas han sido los hoteles, que este año perdieron, de enero a septiembre, 902.282 clientes respecto a 2019. La crisis sanitaria les ha pasado una tremenda factura con ese descenso de turistas de casi el 49% (o casi la mitad), si bien han conseguido multiplicar por tres los que acogieron en 2020, en plena pandemia. Esa caída se debe tanto a que, debido al covid, volaron hasta las Pitiusas menos personas como a que no abrieron todos los hoteles (alrededor de una cuarta parte permanecieron cerrados).
El sector del alquiler de alojamientos (el legal) casi triplicó el número de turistas de 2020, pero se mantuvo alejado (casi un 31%) de las cifras de 2019, cuando albergó a 126.732 personas más: esta temporada sólo se acogieron a esta opción vacacional 283.611 viajeros.
También ha sufrido el descenso de visitantes, pero menos que los hoteles, la oferta de alquiler de viviendas alegal: durmieron en esas casas que carecen de licencia turística 240.807 personas, 123.313 menos que hace dos temporadas, pero 131.000 más que en el peor verano de la historia pitiusa, el del 2020.
