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El curso de la pandemia eleva los aprobados a máximos históricos

El ‘Anuari de l’Educació’ recoge que el 92,8% de matriculados en cuarto de la ESO acabaron sin suspensos la enseñanza obligatoria frente al 86% de 2019

Varios alumnos y alumnas, en una clase, durante el curso pasado. |

El curso de la pandemia, el correspondiente a 2019-2020, el último analizado sobre la promoción del alumnado en el Anuari de l’Educació presentado ayer por la UIB, fue, hablando en plata, el del aprobado general (o casi). De la misma forma, el curso siguiente, el del regreso a las aulas (2020-2021), aún con covid-19, fue el que registró el menor número de repetidores en el aula. Nunca en la historia de la educación balear había pasado de curso tanta gente.

Uno de los primeros datos que llama la atención es el de adolescentes que terminaron cuarto de la ESO en 2020. El 92,8% de estudiantes matriculados en este nivel aprobaron, una cifra histórica si se compara con años anteriores. En 2019 terminó cuarto el 86%; en 2018, el 84,4; en 2016, el 85 y en 2011, el 80,5. En el Estado, la cifra fue similar a la del archipiélago: aprobó cuarto de la ESO, el último curso de la educación obligatoria, el 92,7% de estudiantes, lo que confirma una estrategia común de aprobado general en todo el Estado.

En el Anuari de l’Educació, elaborado con el apoyo de la Fundació Guillem Cifre de Colonya, se hace una advertencia ante estos datos excepcionales y sorprendentemente positivos. El argumento principal es el contexto pandémico y las dificultades que comportó la educación online, que, como ya se ha señalado en numerosas ocasiones, provocó una importante brecha digital entre los estudiantes: «A la hora de analizar los resultados académicos de los alumnos y los datos de repetición, hay que tener presente que la suspensión de la actividad educativa presencial durante el curso 2019-2020, manteniendo las clases con las modalidades a distancia y en línea, supuso una situación excepcional que comporta tomar medidas específicas para la evaluación y flexibilizar las decisiones de promoción y titulación al finalizar los diferentes ciclos de enseñanza».

La escalada de aprobados en Bachillerato fue también significativa. Un 12,2% más de estudiantes terminó esta etapa educativa en 2020 con respecto al año anterior. Así, también el 92,8% de estudiantes terminó aprobando.

Igual de optimistas son las estadísticas en el paso de Educación Primaria a la ESO: el 98,9% consiguió dar el salto sin problemas en 2020 frente al 97,4% de 2019.

En todos los niveles, hay que destacar que las mujeres son las que registran los porcentajes más altos de promoción. Aprueban más ellas sin ninguna duda. Acaban la ESO el 94,5% de chicas matriculadas, mientras que el 91% son chicos.

17 brotes de covid provinieron de ámbito exclusivamente docente

En el 'Anuari' también se recogen los datos de covid en los colegios. Se registraron en las islas 17 brotes de covid relacionados exclusivamente con el ámbito docente y 84 con ámbito docente involucrado.

A falta de datos sobre el número de aprobados en el curso 2020-2021, sí es posible consultar en el Anuari los referidos a los repetidores por curso. Este 2021 alcanzan la cifra más baja de la historia, cuando el sistema ya provenía de un descenso en los datos del año anterior. Por ejemplo, en el curso 2018-19, repitió cuarto de la ESO el 9,8 por ciento de los alumnos; en 2019, el 9,3, y en 2020-2021, tan sólo el 3,8%. Es decir, el porcentaje ha bajado más de la mitad.

El director del Anuari, Joan Amer, abunda en la cuestión de la necesidad que se produjo de flexibilizar la evaluación por las dificultades cotidianas que impuso la pandemia. «A medida que pasen los cursos, creo que en las cifras de aprobados y suspendidos se reflejará la brecha que hubo entre los alumnos».

Suben los estudios a distancia

Mientras el número de matriculados en la UIB subió discretamente el año pasado (14.128, un 3,4% más en relación al curso 2015-2016), los estudios universitarios a distancia se dispararon, sobre todo en la UNED, que es pública y tiene unos costes inferiores a la UOC. En 2019 se matricularon 3.812 personas y, en 2020, 4.195. La explicación puede encontrarse en que mucha gente durante la pandemia, afectada por un ERTE o una situación laboral adversa, optó por ampliar su formación con el fin de encontrar nuevas oportunidades.

Uno de los efectos de la covid-19 ha sido el frenazo en seco del incremento de matrículas escolares por parte de alumnos extranjeros. Incluso el experto Luis Vidaña, autor de uno de los artículos del Anuari, se refiere directamente a «una bajada en el número de alumnos extranjeros, un hecho diferencial en relación a los cursos anteriores». En 2019 se matricularon 32.369 estudiantes de nacionalidad extranjera y en 2020, 32.029. Se han perdido 340 alumnos migrantes. «Este cambio es una prueba más de los efectos en la economía de la situación actual y de su agravamiento por la pandemia», apunta el especialista.

En los últimos diez años, la curva ha sido ascendente, excepto en el periodo comprendido entre 2012 y 2015, que descendió «como consecuencia de la crisis económica y su impacto en las migraciones internacionales».

En cuanto a las etapas en las que ha impactado el descenso de alumnos extranjeros cabe destacar que se han producido en educación infantil, con una pérdida de 191 estudiantes.

Sin embargo, las principales modalidades educativas con pérdida de alumnado de fuera han sido las escuelas oficiales de idiomas, las enseñanzas deportivas, las escuelas de música y danza y, sobre todo, los diferentes módulos de Formación Profesional. Así las cosas, la covid ha provocado una mayor pérdida de matrícula en las enseñanzas de régimen especial, en la educación de personas adultas y los módulos profesionales. «Probablemente el coste económico de estos estudios, vinculado a situaciones de desempleo, o incluso el cambio de la formación presencia a la educación online han tenido una repercusión a la baja».

Se estanca por primera vez el número de estudiantes extranjeros

Uno de los efectos de la covid-19 ha sido el frenazo en seco del incremento de matrículas escolares por parte de alumnos extranjeros. Incluso el experto Luis Vidaña, autor de uno de los artículos del Anuari, se refiere directamente a «una bajada en el número de alumnos extranjeros, un hecho diferencial en relación a los cursos anteriores». En 2019 se matricularon 32.369 estudiantes de nacionalidad extranjera y en 2020, 32.029. Se han perdido 340 alumnos migrantes. «Este cambio es una prueba más de los efectos en la economía de la situación actual y de su agravamiento por la pandemia», apunta el especialista.

En los últimos diez años, la curva ha sido ascendente, excepto en el periodo comprendido entre 2012 y 2015, que descendió «como consecuencia de la crisis económica y su impacto en las migraciones internacionales». 

En cuanto a las etapas en las que ha impactado el descenso de alumnos extranjeros cabe destacar que se han producido en educación infantil, con una pérdida de 191 estudiantes. 

Sin embargo, las principales modalidades educativas con pérdida de alumnado de fuera han sido las escuelas oficiales de idiomas, las enseñanzas deportivas, las escuelas de música y danza y, sobre todo, los diferentes módulos de Formación Profesional. Así las cosas, la covid ha provocado una mayor pérdida de matrícula en las enseñanzas de régimen especial, en la educación de personas adultas y los módulos profesionales. «Probablemente el coste económico de estos estudios, vinculado a situaciones de desempleo, o incluso el cambio de la formación presencia a la educación online han tenido una repercusión a la baja».

Bajada en la escuela pública

Por otra parte, en relación al curso 2019-2020, los centros públicos constataron el año pasado una bajada de las matrículas de alumnos extranjeros y, por el contrario, la red de centros privados y concertados aumentó el alumnado extranjero en 679 alumnos.

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