Todavía con más sospechas que pruebas, la Policía Nacional trabaja con la hipótesis de que al menos una parte de los migrantes fugados antenoche de un avión en el aeropuerto de Palma habían planificado la operación para entrar ilegalmente en Europa. Los investigadores consideran poco probable que a la fingida indisposición de un pasajero se le sumara una improvisada escapada masiva de otras 21 personas del aparato, que lograron salir del aeropuerto tras saltar una valla. La delegada del Gobierno, Aina Calvo, aseguró ayer que no hay «ningún dato para afirmar que se trate de una operación orquestada o planificada», pero no descartó esta posibilidad y aseguró que estamos «ante un escenario abierto». Las fuerzas de seguridad habían conseguido capturar al cierre de esta edición a nueve de los fugitivos y seguían trabajando para localizar a los otros doce. La mayoría son marroquíes y entre ellos hay un palestino. Además, en comisaría permanecían también arrestados el pasajero que provocó el aterrizaje forzoso al fingir una dolencia, el hombre que le acompañó al hospital y escapó desde allí y otro migrante que agredió a un guardia civil en el interior del aparato. Su futuro es incierto, a la espera de ver qué delitos se les imputan al margen de la entrada irregular en España y la vulneración de la normativa de seguridad aérea. Fuentes de la investigación se mostraron convencidas de que el incidente estaba «absolutamente organizado», pero reconocieron no tener por el momento pruebas de ello. También barajaron la posibilidad de que no todos los fugitivos se hubieran concertado, sino que algunos se sumaran a la huida al ver la salida masiva del aparato. En cualquier caso, descartaron que los migrantes tengan apoyo logístico en Mallorca. Los agentes interrogaron durante todo el día a las doce arrestados para tratar de aclarar lo ocurrido.

La delegada del Gobierno, Aina Calvo, tras mantener una reunión de urgencia con el jefe superior de Policía, Gonzalo Espino; el coronel jefe de la Guardia Civil, Alejandro Hernández; y el director del aeropuerto, Tomás Melgar, explicó que los sospechosos han declarado «en direcciones distintas». «Las hipótesis son varias y la investigación está abierta», señaló, para insistir en que «no hay datos» todavía para afirmar que se trate de un «plan diseñado con anterioridad».

Según la reconstrucción de los hechos que ofreció Calvo, en el avión de la compañía Air Arabia Maroc que realizaba la ruta entre Casablanca (Marruecos) y Estambul (Turquía) un pasajero fue atendido a bordo por una indisposición y «existe un parte médico con evidencias de que no se encontraba bien». El aparato aterrizó en Son Sant Joan y una ambulancia atendió al afectado. El personal sanitario decidió trasladarlo a Son Llàtzer acompañado por otro pasajero, aparentemente sin relación con él. Según la delegada del Gobierno, estas situaciones son «habituales» en Son Sant Joan, que tiene la condición de aeropuerto sanitario internacional», y «nunca» hay presencia policial en estos casos.

Unos minutos después, cuando el avión estaba repostando y era revisado, un grupo de 21 pasajeros «salió a la carrera» del aparato, bajó a toda prisa por la escalerilla y empezó a correr por las pistas, provocando el cierre del aeropuerto durante tres horas y obligando a activar la alerta máxima. Desde Son Llàtzer se comunicó a las fuerzas de seguridad que el supuesto enfermo estaba bien y recibía el alta, surgieron las sospechas de que había fingido o exagerado la dolencia y que todo era un plan para convertir la aeronave en una patera. Además, el pasajero que le acompañó al hospital se había dado también a la fuga.

La delegada del Gobierno defendió que «se aplicó el procedimiento que siempre se aplica en caso de emergencia médica», aunque abrió la puerta a revisar el protocolo tras este grave incidente, que calificó de «insólito e inédito».

«¡Se escapan, se escapan! ¡Los chavales se quedan en España!»

Un vídeo muestra cómo 21 jóvenes huyen del avión y corren por las pistas a oscuras. Un vídeo grabado por un pasajero a bordo del avión y difundido ayer a través de las redes sociales muestra cómo se produjo la fuga en Son Sant Joan el viernes por la noche. Las palabras de una pasajera ante la insólita escena dejan pocas dudas sobre las intenciones del grupo: «¡Se escapan, se escapan! ¡Los chicos se quedan en España!».

En la secuencia, captada tras el traslado al hospital del pasajero supuestamente enfermo que provocó el aterrizaje, se aprecia cómo varios jóvenes empiezan a correr por el pasillo de la aeronave. Algunos apartan a empujones a quien se interpone en su camino. Todos bajan por la escalerilla, empiezan a correr por la pista, recorren varios metros hasta una valla cercana y la saltan para salir del recinto.

Varios de los pasajeros corren por la pista del aeropuerto | DM

La huida ha sido ya un fracaso para casi la mitad de ellos. De las 21 personas que salieron a la carrera del avión, nueve habían sido detenidas anoche. A estos nueve arrestados se suman las detenciones del pasajero que según parece fingió la indisposición, retenido tras recibir el alta en el hospital Son Llàtzer y la de la persona que le acompañó al centro sanitario y aprovechó entonces para escapar. Además, un pasajero fue detenido en el interior de la aeronave por agredir a uno de los agentes de la Guardia Civil que, tras la escapada en masa, acudió al avión. Así, de las 24 personas implicadas en el incidente, 12 han sido ya arrestadas.

Todos están acusados inicialmente de infringir la ley de Extranjería por su entrada en España de forma irregular.